LOS ÁNGELES, 2 diciembre 2010 (BBC).- Una peluca que utilizó la estrella de cine John Wayne en su película de 1967 "El Dorado" será subastada en la casa de remates Bonhams en Los Ángeles, California, junto con otros objetos de interés del mundo hollywoodense.
Se espera que el bisoñé -un peluquín que cubre la parte superior y frontal de la cabeza- de color castaño claro con un toque de canas alcance hasta US$1.500.
Margaret Barrett, de Bonanms y Butterfields, afirmó: "El contorno del pelo es muy característico y los aficionados lo podrán reconocer de inmediato".
El objeto llegó a subasta por vía de la familia de uno de los maquilladores que trabajaron en la producción. El bisoñé, uno de dos elaborados por la empresa Max Factor, viene acompañado de un recibo que dice: "Para John Wayne".
"En Estados Unidos John Wayne sigue siendo grande, aunque haya muerto hace más de 30 años o más", aseguró Barrett.
Masculinidad
Wayne utilizó pelucas en todas sus películas a partir de 1948, con la excepción de en "Las Alas de las Águilas", de 1957, en la que interpreta a un pionero de la aviación.
En las escenas posteriores, cuando el personaje envejece, el actor aparece sin peluca, evidenciando su propia calvicie.
La estrella, cuyo nombre verdadero era Marion Robert Morrison, desempeñó el papel estelar en 142 películas y ganó el Oscar al mejor actor en 1970, por la cinta "True Grit" ("Temple de acero").
Wayne, que murió en 1979, también era conocido con el sobrenombre de The Duke (El Duque) y se volvió famoso por su masculinidad, voz áspera y su arrogante caminar.
Esa imagen -por aquellos prejuicios de Hollywood y el mundo de la farándula- no son compatibles con la de un galán o personaje heroico del cine.
Así que Wayne no es, ni será, la única estrella del espectáculo en obedecer a los parámetros de hombría que impone la industria cinematográfica.
Algunos de sus contemporáneos, como Charlton Heston ("Ben Hur") y Humphrey Bogart ("Casablanca") también realzaron su apariencia frente a la cámara cuando empezaron a perder el cabello.
El destacado bailarín Fred Astaire y el cantante Frank Sinatra fueron otros famosos miembros del club de los "tapizados".
No todas las estrellas manipulaban su cabello para verse buenos mozos. Bela Lugosi, el original intérprete de Drácula, se ponía una peluca negra con el pelo que terminaba en punta en la frente para verse más amenazante.
Muchos de ellos no dejaron verse nunca, frente o atrás de cámaras, sin peluca y el público sólo vino a enterarse de su alopecia en las revistas de chismes de farándula.
Nueva imagen
Otros, como el actor británico Sean Connery (James Bond), se rebelaron contra la "mentira" de mantener en su vida por fuera de las pantallas la imagen del personaje que lo hizo famoso.
Connery empezó a lucir su reluciente calva, tanto en el cine como en público, tras abandonar temporalmente el personaje de James Bond. Sin embargo, sí se puso un bisoñé cuando regresó a interpretar al agente secreto 007 y más notablemente (notable por la exageración de peluca) en la película "La Caza del Octubre Rojo".
Más recientemente, actores como William Shatner (el capitán Kirk de "Viaje a las Estrellas") y Burt Reynolds ("Smokey y el Bandido") ha reconocido que usan peluca, aunque no se dejan fotografiar sin ella.
Hoy en día, tanto en Hollywood como en la sociedad moderna, la calvicie ya no sigue estrictamente asociada con la falta de masculinidad.
Muchos "machos" del cine, cuando empiezan a perder el pelo, han optado por raparse la cabeza en lo que se puede considerar la nueva imagen del héroe del cine. Tal es el caso de Bruce Willis o Vin Diesel.
No obstante, es más que seguro que haya otros que esconden sus deficiencias foliculares debajo de abundantes bucles postizos o las remedian con costosos transplantes. Pero eso es asunto de las revistas y programas de farándula.
Foto: Cartel de la película El Dorado con John Wayne / La peluca a subastar (Agencias)
