CATEMACO, 6 marzo 2011 (Hoy Veracruz).- Aunque el número real de brujos en esta región es desconocido hasta por ellos mismos, pues mientras algunos dicen que los “brujos verdaderos” son menos de diez, algunos consideran que son cerca de 50 y otros más incluyen a los charlatanes y elevan el número a 800, lo cierto es que se trata de una actividad que deja una importante derrama económica en el municipio.
Las consultas para una limpia sencilla para retirar la mala suerte puede ir de los 200 pesos a los 500, dependiendo del “nombre” y fama del brujo en cuestión, en tanto los “trabajos” más complicados se pueden elevar a varias visitas y a costo que superan los miles de pesos.
Por ello es común ver a los llamados "Brujo Mayor" habitar en las casas más lujosas de la ciudad, transportarse en camionetas de lujo e incluso ser propietarios de ranchos y extensas áreas de cultivos agropecuarios.
Los hay también quienes incluso han logrado adquirir espacios naturales considerados reservas naturales que la costumbre popular estima como “lugares energéticos” y a donde ahora han trasladado las celebración de misas negras.
Un ejemplo de ello es la adquisición del predio Loma Camila, ubicado en el municipio de Santiago Tuxtla, propiedad de un "Brujo Mayor" en donde este año fueron realizadas ceremonias negras de manera clandestina.
“Aquí todos se dicen ser Brujo Mayor, todos, pero en realidad pagan para tener es nombre. Unos tienen muchos años haciendo esos trabajos, otros de la noche a la mañana sale y dicen que son poderos y pueden hacer muchas cosas buenas y malas por las personas, pero quien sabe, porque también sabemos que hay charlatanes” Ifigenia, vecina de Catemaco
En otro comercio, un hombre mayor considera que “quienes realmente tienen ese don no le cobran nada a la gente, y tampoco acceden a hacer el mal, al contrario le quitan un mal a quien llega a ellos, pero de esos no hay muchos”.
A decir de las autoridades municipales, quienes acepten ejercer la brujería ya están pagando impuestos y están siendo censados a fin de conocerse a la brevedad a todos los involucrados.
El director de Turismo Municipal, David Hernández Brizuela, dijo en entrevista: “Va a haber un control al respecto, sabemos que efectivamente ya se está reglamentando desde el Congreso (federal) ya están pagando impuestos por ejemplo, porque a final de cuentas son ingresos”.
Llegar a los brujos es relativamente fácil, basta con preguntar a cualquier ciudadano en algún negocio o domicilio, a un bicicletero o algún lanchero. Todos ellos conocen de al menos un brujo que ha curado de muchos males a las personas, y por lo cual reciben una comisión por cliente que lleven.
Sin embargo, también hay quienes están en contra del ejercicio de la brujería y a la entrada de sus negocios han colocado alguna imagen religiosa o algún espejo “para repeler el mal”.
Es el caso de Pedro, cuyo negocio de antojitos recibe a los visitantes con un amplio altar a la virgen de Guadalupe. “Hay negocios que tienen algún tipo de amuleto, unos tienen a su muerte o piedras o alguna otra figura, pero nosotros aquí pusimos una virgencita para que nos cuide y no permita que nada de esos males entres a nosotros”, dice.
En la zona también se recuerda el caso del brujo Gonzalo Aguirre, uno de los más famosos en el municipio, quien décadas pasadas era buscado por personalidades del espectáculo y la política. Ahora uno de sus hijos, y luego de ejercer la brujería por varios años se ha convertido al cristianismo, según dicen los lugareños, “arrepentido de muchas cosas que hizo” y lo anda predicando en la región.