COVINGTON, 14 marzo 2011 (AP) — Cuadrillas de rescate laboraban el domingo para que un restaurante flotante regrese a su sitio después de que se soltó parcialmente sus amarras en un muelle y navegó a la deriva por horas con más de 80 personas a bordo.
La Guardia Costera de Estados Unidos, el dueño del restaurante Waterfront, Jack Ruby, y funcionarios locales desarrollaron un plan el sábado para mover el restaurante, el cual se soltó de sus amarras la noche del viernes. Los ocupantes debieron ser rescatados uno a uno a través de una pasarela improvisada con escaleras y cuerdas.
Las autoridades dijeron que Cris Collinsworth, ex estrella de la NFL y socio de Ruby, era uno de los comensales.
Rob Carlisle, cuya compañía C&B Marine es copropietaria de uno de los cuatro remolques involucrados en la operación, dijo el domingo que empezarían el trabajo al mediodía y que terminarían por la tarde.
El teniente de la Guardia Costera Rob Reinhart dijo al diario The Kentucky Enquirer que el plan contempla colocar un remolque en cada extremo del restaurante y llevarlo río arriba hasta el muelle de Covington Landing.
No se sabe con certeza qué causó que la estructura se soltara de sus amarras. Los puntos a los que se sujetan los cables del Waterfront han estado bajo el agua por varios días. Reinhart conjeturó que los ganchos a los que se amarran los cables simplemente se salieron de la tierra.
"Creo que la tierra saturada (de agua) y la fuerza de la corriente pudieron haber causado esto", dijo. El río Ohio ha estado por encima de su nivel normal por días.
El restaurante será amarrado a grandes pilotes de marina en Convington Landing hasta que el río regrese a su nivel normal. Entonces el Waterfront regresará a su sede.
No hubo daños de consideración en el restaurante, dijeron autoridades.
Foto: El restaurante Waterfront el sábado 12 de marzo en Covington, Kentucky. El restaurante flotante se soltó de su muelle en el henchido río Ohio y navegó a la deriva hasta un puente, pero un cable de amarre trasero lo mantuvo estable mientras 83 nerviosos comensales esperaban ser rescatados. (AP/The Cincinnati Enquirer, Tony Jones)