viernes, 22 de julio de 2011

Acusan a una ex jueza de intento de hurto de ropa

BUENOS AIRES, 22 julio 2011 (La Nación).- A Valentina Mushakova, dueña de la feria americana situada en Sarmiento 1817, le llamó la atención lo rápido que se fue del local una mujer que había estado mirando las prendas del primer perchero. Por eso se acercó, y enseguida se dio cuenta de que habían quedado dos perchas vacías. "Salí del local y la vi cruzando la calle hacia Callao, todavía con la ropa en la mano. La agarré y empecé a llamar a la policía. Ella tiró las prendas al piso y me repetía que no me había robado nada", relató ayer la dueña del local de ropa.
El intento de hurto ocurrió en la mañana del 21 de junio pasado, pero Mushakova sólo se enteró ayer de que la protagonista del hecho era la ex jueza civil Roxana Rogovsky Tapia, quien en anteriores ocasiones ya había sido eje de varios escándalos, uno de los cuales fue el que la llevó a renunciar a su cargo.
"Hasta hoy [por ayer] no sabía quién era, y fue una sorpresa cuando me enteré. Me pareció una vergüenza que una mujer adulta que tiene educación y que además fue jueza haya entrado especialmente para robar", dijo a LA NACION la comerciante, quien llegó hace 12 años al país desde Angarsk, una ciudad rusa de la región siberiana.
Según contó la dueña del local, la ex jueza intentó llevarse una campera liviana de 200 pesos y un saco tejido de unos $ 75 que ni siquiera eran de su talle. "Ella me ofreció plata para que no la denunciara, pero cuando llegó la policía yo les expliqué que ella había robado las prendas en mi negocio", dijo.
En 1995, cuando Rogovsky Tapia era la titular del Juzgado en lo Civil N° 39, se presentó una grave denuncia en su contra. El abogado Daniel Sallaberry aseguró a la Justicia que la entonces magistrada le había ofrecido dinero para que él le escribiera sus fallos. Pero antes de que se le iniciara juicio político Rogovsky Tapia renunció.
Cinco años después, se vio envuelta en otro escándalo, cuando un bibliotecario del Colegio Público de Abogados de la Capital le pidió que devolviera las páginas que había arrancado de un libro de derecho. Después de encerrarse en el baño, Rogovsky Tapia reconoció el hecho y entregó las páginas del libro.
Foto: Roxana Rogovsky Tapia (Agencias)