CIUDAD DE MÉXICO, 22 de julio 2011 (Excélsior).- Tras escuchar una fuerte explosión, que en un principio pensaban que se trataba de un tanque de gas, un agujero de 12 metros de profundidad apareció debajo de su cama.
El hecho ocurrió la noche del lunes en un inmueble en Guatemala donde Inocenta Hernández, una viuda de 65 años, ha vivido hace más de medio siglo junto a su familia.
Tras la explosión inspeccionó cada rincón de su casa después de que sus vecinos le indicaran que el estruendo había salido de su propia vivienda.
“Hasta la luz se apagó por unos segundos, fue un ruido muy fuerte. Gracias a Dios son solo daños materiales, pues mis nietos corrían por la casa, entraban y salían de esa habitación al patio”, narró la mujer.
Al levantar la cama se encontró con este tenebroso hoyo cuyo origen se desconoce aún.
"Levantaron la cama y la pararon allá y vimos el gran agujero. Entonces dijo mi hijo: "vamos a llamar a los bomberos" (…) Gracias a Dios, le dije yo, y a María Santísima, que no pasó ninguna cosa"
Vecinos de la zona aseguraron haber escuchado ruidos extraños en las semanas previas a la aparición del agujero en casa de Inocenta.
