Sin dudar en ningún momento, se aproxima al polvo, detrás del cual suponemos se encuentra la ciudad del "Gran valle del sol", y el panorama se oscurece. Cada vez menos coches circulan por la carretera, la densidad lo envuelve hasta encontrarse solo y en medio de la nada.
La tormenta de arena cruzó la metrópoli estadounidense con vientos de al menos100 kilómetros por hora, y su masa alcanzó los 3 mil metros de altura, dejando sin electricidad a toda la ciudad y suspendiendo los vuelos de origen y con destino a Phoenix.
El origen de la tormenta ocurrió en Tucson, siguiendo hasta el norte y cruzando el desierto.
Algunos observadores no han resultado tan impactados por la masa grisácea tanto como por la suerte del conductor para encontrar todas las luces de semáforo en verde a lo largo de su camino.