jueves, 7 de julio de 2011

Rayos, elefantas y récords: el Mundial femenino y sus curiosidades



BERlÍN, 6 julio 2011 (DPA).- El Mundial de fútbol femenino que se disputa en Alemania cierra hoy la fase de grupos con un balance claro: pocas sorpresas dentro de la cancha, muchas fuera.

Mientras el aspecto deportivo cumplió con lo previsto y los principales favoritos avanzaron a cuartos de final sin dificultades, los medios de todo el mundo reflejaron perplejos errores arbitrales descomunales, dudosos oráculos en la patria del pulpo Paul o los misterios que rodea a la selección de Corea del Norte.

La imagen tal vez más repetida desde que comenzó el torneo el 26 de junio se produjo en el partido entre Australia y Guinea Ecuatorial: Bruno, defensora de las africanas, se encontró la pelota dentro del área y reaccionó instintivamente tomándola con las dos manos unos segundos.

Su increíble lapsus quedó opacado por el de la árbitra y sus asistentas, que enigmáticamente no cobraron penal. Medios de todo el planeta hablaron de uno de los errores arbitrales "más absurdos de la historia del fútbol".

"Jamás había vivido algo así. Si hay árbitras tan malas, habría que pensar si no se debe contar con hombres para arbitrar partidos de mujeres", dijo el entrenador de la selección masculina de Australia, Holger Osieck, poniendo el dedo en la llaga de uno de los aspectos más criticados de Alemania 2011.

Lo único más desacertado que los arbitrajes del Mundial es el ejército de animales "adivinos" puestos a trabajar por acuarios y zoológicos de todo Alemania en un intento de recoger la herencia del difunto pulpo Paul... y sus beneficios de promoción.

Sólo dos augurios llevan un pleno de tres aciertos, y los dos tienen nombre de mujer: la pulpa Ophira, de Berlín, y la elefanta Nelly, de Baja Sajonia.

No hay en este campo razones para preferir augurios masculinos, pero sí para enfadar a defensores de los animales: la organización Peta reclamó al comienzo del Mundial "la liberación de todos los pulpos". Se entiende que se refería sólo a los adivinos.

Mientras sigue siendo un misterio cómo Ophira y Nelly obtuvieron su clarividencia, ya se sabe qué transfiguró a las jugadoras de Corea del Norte: antes del Mundial, fueron alcanzadas por un rayo.

Lo explicó su entrenador, Kwang Min-kim, tras la derrota por 2-0 frente a Estados Unidos, en una rueda de prensa que quedará en el anecdotario del fútbol global.

"En realidad los médicos opinaron que las jugadoras no estaban en condiciones de jugar el torneo", dijo sobre el incidente ocurrido al parecer en Pyongyang, antes del viaje a Alemania. "Personas normales no lo habrían logrado".

El técnico atribuyó al rayo la caída de rendimiento de su equipo en el segundo tiempo del duelo contra el archirrival estadounidense: "Antes del partido hubo algunos cambios físicos inesperados", lanzó misteriosamente. "Nuestras jugadoras no se sentían bien".

No sorprende que estas historias pasen a primer plano cuando el Mundial ha dejado pocas sorpresas en lo deportivo.

Los tres grandes favoritos, Alemania, Brasil y Estados Unidos, se metieron en cuartos de final ya después del segundo partido. Le siguieron los otros candidatos alternativos a llegar a la final del 17 de julio en Fráncfort, como Japón, Inglaterra, Suecia y Francia.

Aun así, Alemania 2011 batió ya varios récords en un país entusiasmado con revivir el "sueño de verano" de 2006 con el Mundial masculino.

El partido inaugural en el estadio Olímpico de Berlín marcó un máximo de asistentes en Europa, con las 74.000 entradas agotadas, y las transmisiones por televisión de los partidos de la selección local superaron los 16 millones de espectadores. Nunca tanta gente había seguido fútbol femenino en Alemania.

La tendencia podría reforzarse a partir del sábado, cuando comiencen los cuartos de final y las emociones fuertes se desplacen a la cancha.