DUNEDIN, 18 septiembre 2011 (AFP).- Este domingo, un acontecimiento deportivo logró éclipsar durante unos minutos la Copa del Mundo de Rugby en Dunedin: la Baldwin Street Gustbuster, una carrera de vértigo en la calle más inclinada del mundo, según el Libro Guinness de los Récords.
La carrera no consistía en cazar fantasmas como en la película 'Ghostbusters', sino de hacer un esfuerzo intenso ('bust a gut', en inglés de Nueva Zelanda) unas horas antes del Inglaterra-Georgia, uno de los cuatro partidos del Mundial-2011 de Rugby organizados en Dunedin.
Hacía falta efectivamente músculo y aliento para escalar la Baldwin Street, de 750 metros de largo, en la periferia de la segunda ciudad de la isla del sur de Nueva Zelanda, una especie de prima de las Antípodas de San Francisco, con calles que desembocan en la bahía de Otago. Con su 35% de inclinación, esta calle se parece a Streif, el mítico descenso de esquí de Kitzbühel, en Austria.
A sus pies, un comercio de recuerdos ofrece certificados que prueban que se ha logrado escalar la calle más inclinada del mundo, andando, corriendo, en bicicleta, en coche, en moto o incluso en monopatín.
La carrera consiste en subir y descender lo más rápidamente posible. Una divertida prueba, a imagen de Dunedin, ciudad universitaria de 123.000 habitantes, que es también la cuna de los 'Nude Blacks', el equipo de rugby de jugadores desnudos.
"La carrera existe desde hace 24 años", explicó a la AFP, Bruce Cowan, miembro del Dunedin's Hill City Athletic Club, que organiza la carrera.
Este domingo, medio centenar de valientes, de todas las edades, sacaron la lengua en la subida y vigilaron no caerse en la bajada.
Entre ellos, Dave Kernahan, célebre por haber subido Baldwin Street más que nadie y que festejó sus 60 años haciendo 60 veces el recorrido (30 en subida y 30 en bajada). "Hace 15 años, perdí mi empleo. Me quedé sentado en casa y gané peso. Y un día levanté los ojos hacia aquí (Baldwin Street) y me dije: es eso lo que debo hacer", afirma.
Entre la multitud de espectadores este año figuraba el ex entrenador de los British Lions Jim Telfer, conocido por infligir duras sesiones de entrenamiento a sus jugadores, aunque asegura que no les pudo imponer una prueba de este tipo. "Los habría matado", afirma sonriendo.
El récord de la prueba está en 1 minuto y 56 segundos, desde 1994. Su poseedor es Sasha Daniels y la conservará al menos un año más. Este domingo, el vencedor, Glen Ballam, un estudiante local de la Universidad de Otago, especialista de 800 metros, marcó 2 minutos y 32 segundos.
Fotografía: Unos corredores intentan subir la calle Baldwin de la ciudad de Dunedin, en Nueva Zelanda, la más inclinada del mundo, este domingo 18 de septiembre de 2011 (AFP).