ISLAMORADA, Florida 30 septiembre 2008 (The Miami Herald).- Greg LeNoir vio horrorizado que el tiburón abrió la boca dos veces para tragarse a su querido perro Jake, de 14 libras. "¡Nooo!'' gritó LeNoir, temiendo lo peor.
Pero el caso del terrier ratonero versus el tiburón tuvo un final feliz.
"Jake está muy bien'', dijo el lunes Phillip, el hermano de LeNoir. "Y todavía no puedo creer que mi hermano se metió al agua para darle golpes a un tiburón.
Todo empezó el viernes por la tarde, cuando Greg LeNoir llevó a Jake al muelle de Bayside Marina de Worldwide Sportman, en Islamorada, para que el perro nadara como hacía a diario. Según LeNoir, Jake es un nadador rápido y osado, y a veces trae consigo medusas y cocos empapados.
Pero Jake, que tiene 28 meses y a quien LeNoir adoptó en un refugio de animales, esta vez se topó con un tiburón de cinco pies de largo. Al verlo desaparecer en el agua, LeNoir conquistó sus propios temores y entró en acción.
"Apreté los puños y me lancé al agua con toda mis fuerza'', dijo el domingo LeNoir, de 53 años. "Golpeé al tiburón en la parte trasera de la cabeza. Fue como golpear algo de concreto''.
No es raro ver tiburones en esa marina, situada cerca de la piscina salada de Islamorada Fish Company, adonde también vienen sábalos grandes.
LeNoir, que es ebanista y vive en Islamorada, dice que discutió el tipo de tiburón que pudo haber sido aquél con los pescadores locales y su hermano Louie, que vive en Orlando y colecciona dientes de tiburón.
Tessalee, la esposa de LeNoir desde hace 17 años, dijo que no le asombró el acto heroico de su esposo. "La gente le dice ‘Doctor Dolittle' '' dijo. "Es de los que se sube a un árbol para ayudar a una zarigüeya''.
Y LeNoir añadió: "No tenemos hijos. Jake se convirtió en nuestro hijo. Cuando vi al tiburón tratando de tragárselo, pensé: ‘Eso no puede ser' ''. El tiburón soltó a Jake, que flotó a la superficie y nadó el corto tramo que le quedaba hasta la orilla. LeNoir lo siguió y el agua estaba manchada de sangre.
En el Hospital de Animales VCA Upper Key de Islamorada, la veterinaria Suzanne Sigel y la asistente de emergencias Callie Cottrell atendieron las heridas de Jake.
"Es asombroso, pero no estaba grave'', dijo Sigel. "Es un perro afortunado.
Los dientes del tiburón le perforaron la piel a Jake, lo mismo que algunos músculos del abdomen, el pecho y el lomo, dibujando un patrón que parecía "una sonrisa invertida'', dijo Sigel.
Jake también tenía laceraciones en el costado derecho y en la pata delantera izquierda, donde tenía la piel hecha jirones, dijo LeNoir.
"El tiburón se metió en la boca al perro casi entero, excepto la cabeza y tres patas''', relató él.
Sigel reexaminó a Jake el lunes y dijo que se espera que se recupere.
"Se ve muy bien y se está recuperando'', dijo ella. "Me preocupaba que pudo haber inhalado mucha agua salada pero no tiene evidencias de infecciones ni neumonía. Está saliendo bien''.