viernes, 3 de abril de 2009

Una bailarina de discoteca convertida en monja danzará en una basílica romana

ROMA, 3 abril 2009 (EFE).- Una bailarina especializada en lap-dance que animaba las noches milanesas y se convirtió después en monja bailará el próximo día 7 en la Basílica romana de Santa Cruz de Jerusalén, en un acto presidido por el presidente del Consejo Pontificio para la Cultura, el arzobispo Gianfranco Ravasi.

El diario "La Repubblica" publica hoy la entrevista a sor Anna Nobili, de 38 años, ex bailarina que reconoce que "estaba tirando una vida con el alcohol y el sexo, sin amor verdadero" hasta que a los 25 años visitó la ciudad natal de San Francisco, Asís, donde sintió la llamada de Dios.

"Tenía 25 años y bailaba desde los 18. Después en Asís, delante de la Iglesia de Santa Clara, sorprendida por el cielo, por los colores, por la paz, me puse a bailar entre el estupor de la gente", explicó.

Cuando regresaba en tren a Milán sintió que "Dios estaba dentro de mí. Había renacido, estaba transfigurada", dijo sor Anna, vestida con sus hábitos de las Monjas Obreras de la Santa Casa de Jerusalén, tras haber hecho votos perpetuos el pasado mes de septiembre en la catedral de Palestrina, en las afueras de Roma.

Sor Anna reconoce que es una afortunada ya que, lejos de recriminarle su antigua actividad, el obispo de Palestrina, Domenico Sigalini, le ha encargado enseñar danza sacra contemporánea en el centro pastoral juvenil de la diócesis.

"Un trabajo que desarrollo con pasión y entusiasmo porque puedo llevar a tantos jóvenes, chavales, niños, a una camino de fe y de búsqueda artística en el mundo fascinante de la danza que llevo siempre dentro de mí", explica.

Con el mismo entusiasmo, sor Anna bailará ante obispos, cardenales y feligreses en la Basílica de la Santa Cruz de Jerusalén donde se celebrará el acto biblio-teológico presidido por el arzobispo Gianfranco Ravasi, considerado el ministro de Cultura de la Santa Sede, que bendecirá la Capilla de la Palabra y presentará el libro "la Biblia de Día y Noche".

Porque para sor Anna "rezar con el cuerpo" es su objetivo, "entramos así en sintonía con la Palabra de Dios. Justo como enseña San Pablo cuando dice que el cuerpo es el templo del Espíritu Santo".

La superior de las Monjas Obreras de la Santa Casa de Jerusalén, sor Paula, confirmó a Efe la historia de sor Anna "aunque los medios de comunicación a veces exageran, pero sí, era una bailarina de discoteca", y aseguró que la monja danzará en la basílica romana de Santa Cruz de Jerusalén.

"Después de una bella conversión, sor Anna es ahora una monja santa que ama muchísimo al Señor", dijo.

"Además he creado una escuela que se llama Holy Dance (Danza Sacra) por la que ayuda a los niños a hacer la catequesis a través de la danza", concluyó.