sábado, 15 de mayo de 2010

Dos años de cárcel por "atentado" a una profesora


BARCELONA, 10 mayo 2010 (El País).- El Juzgado de lo Penal 23 de Barcelona condenó ayer a dos años de prisión a una mujer que agredió y amenazó a la profesora de su hija. La sentencia fue dictada in voce y también condena a la madre a indemnizar a la maestra con 8.840 euros, a alejarse de ella a más de mil metros durante dos años y pagar una multa de 120 euros.

Se trata de la pena más severa dictada en España por la agresión de un padre a un maestro. Como ya ha ocurrido en alguna ocasión anterior, la justicia ha considerado la agresión como un delito de atentado, con lo que se equipara a los profesores con agentes de policía en su condición de funcionarios y a los efectos de aplicar el Código Penal.

El camino de esa interpretación jurídica en España lo abrió en 2006 el entonces fiscal jefe de Cataluña, José María Mena, cuando dio una instrucción para que los fiscales imputaran delito de atentado en estos casos y en el de las agresiones al personal sanitario. En 2008 un juez de Málaga y otra juez de Barcelona ya dictaron sendas condenas de un año de cárcel para unos padres por agresiones similares. Un juzgado de instrucción de Madrid también dictó el pasado mes de septiembre una orden de alejamiento de un padre respecto del maestro de sus hijos, pero no se conocía una sentencia tan severa como la de ayer.

Rebaja de pena
El juicio del caso no llegó a celebrarse porque la madre, Milagros Flores, de 45 años, prefirió pactar antes y conformarse con una rebaja de la pena sobre los tres años de cárcel que solicitaban para ella la fiscalía y la Generalitat de Cataluña, que ejerce la acusación particular en el caso.

Los hechos sucedieron el 6 de noviembre de 2008, cuando la madre acudió a un instituto del barrio barcelonés de Trinitat Nova y se abalanzó sobre la profesora de Ciencias Sociales de su hija de 13 años. La acusada le arrancó mechones de pelo, la arrinconó contra la pared, al tiempo que la golpeó y arañó mientras le profería amenazas de muerte e insultos. La llegada de otros profesores permitió a la profesora zafarse de su agresora. La víctima sufrió lesiones en el antebrazo y contusiones en el cerebro, de las que tardó en curarse casi cuatro meses, requiriendo tratamiento psiquiátrico.

Al parecer, el móvil de la agresión fueron los supuestos insultos de la profesora a la alumna. La maestra sostiene, por el contrario, que la agresión fue gratuita e injustificada. El abogado defensor admitió que hubiera preferido celebrar el juicio, pero que atendió la petición de su clienta, quien, al no tener antecedentes penales, no entrará en prisión para cumplir la condena por unos hechos cuya gravedad le remarcó ayer la juez.