BOLONIA, 17 septiembre 2010 (El País).- Si no fuera por la enésima polémica (siempre hay una), el concurso de Miss Italia, que se repite cada año más casposo, pasaría casi inadvertido entre los vacuos entretenimientos que la primera cadena pública de televisión emite al final del verano.
Pero en esta edición han jugado con fuego. El interés del público ha sido atizado por un perverso debate sobre si una mujer transexual deba considerarse una mujer auténtica y -como tal- pueda aspirar a representar la quintaesencia de la belleza autóctona. En los días previos a la apertura del certamen, surgió el rumor de que entre las 60 aspirantes al título de más guapa del país estaría una trans. Dos fueron los efectos principales. El primero: fue el programa más visto. En la noche del sábado, tres millones y medio de personas escudriñaron la mirada frente a la pantalla soportando el primero de los tres directos que llevan hasta la final de hoy, llenos de desfiles en bañador, entrevistas en las que las candidatas debían demostrarse inteligentes y simpáticas, votos y recomendaciones paternalistas del jurado (entre otros, Ridge y Brooke del culebrón estadounidense Beautiful, con 15 años de emisión en Italia). El segundo efecto es más grave: confirmar cómo Italia es un país atrasado en lo que atañe al respeto de las identidades sexuales.
La periodista del corazón Selvaggia Lucarelli escribió en su blog que la mujer nacida hombre es una joven de 24 años, Miss Lazio, de altura "sospechosa": 1,84 metros. Alessia Mancini, la aludida, respondió: "Existen personas malas y envidiosas que van cazando cotilleos". Desmiente también Patrizia Mirigliani, organizadora del certamen: "No nos consta que alguna cambiase de sexo en los últimos años. Si lo llegáramos a saber, la candidata sería expulsada para cumplir con la normativa". El reglamento dice que solo quien es mujer desde su nacimiento puede participar (ya en 1992 una transexual fue expulsada, a pesar de haber sido preseleccionada). La sospecha fue suficiente para que el país se dividiera a favor y en contra de la participación de una mujer "no de nacimiento" en la competición, que se celebra en Salsomaggiore Terme desde 1939. Muchas voces, sobre todo desde los movimientos para los derechos de homosexuales y transexuales, piden que se actualicen las reglas. Pero el resto sigue viendo la televisión.
Foto: Alessia Mancini, en una foto proporcionada por el concurso de Miss Italia (EL País)
Ver otras notas relacionadas