DETROIT, 28 octubre 2010 (BBC).- Científicos descubrieron que las mujeres que sufren problemas persistentes de baja libido parecen tener diferencias en la forma como funciona su cerebro.
Los investigadores de la Universidad Estatal de Wayne, en Detroit, Estados Unidos, afirman que ésta podría ser "evidencia sólida" de que el bajo deseo sexual tiene un origen físico.
Otros expertos creen, sin embargo, que el estudio demuestra que la libido funciona en el cerebro, pero no explica su causa.
En años recientes, cada vez se ha vuelto más aceptado por la ciencia el diagnóstico de "trastorno de deseo sexual inhibido" en las mujeres.
Sin embargo, continúa habiendo una controversia sobre si el término puede o debe ser utilizado para describir la falta de deseo sexual, la cual podría ser causada por una variedad de factores psicológicos, emocionales y físicos.
El estudio más reciente, presentado durante la conferencia de la Sociedad Estadounidense de Medicina Reproductiva en Denver, encontró diferencias en los procesos mentales de las mujeres con bajo impulso sexual.
Según el doctor Michael Diamond, quien dirigió el estudio, estos resultados sugieren que el deseo sexual inhibido es un problema físico genuino.
El investigador reclutó a 19 mujeres que habían sido diagnosticadas con el trastorno y comparó la respuesta de su cerebro con la de otras siete sin el trastorno.
En el estudio se utilizó un escáner de imágenes de resonancia magnética funcional, que puede medir los niveles de activación en diferentes partes del cerebro al detectar un aumento en el flujo sanguíneo.
Se pidió a las mujeres que miraran una pantalla durante media hora en la que se mostraban programas diarios de televisión intercalados con videos eróticos.
En las siete mujeres que no tenían el diagnóstico de deseo sexual inhibido se encontró un incremento en la actividad de las cortezas insulares, las partes del cerebro que se cree están involucradas en el procesamiento de la emoción.
Esto, sin embargo, no se vio en las mujeres con el trastorno.
Explicación física
Según el doctor Diamond "el haber podido identificar cambios fisiológicos creo que nos ofrece evidencia significativa de que éste es un verdadero trastorno y no sólo un constructo social".
Sin embargo, otros expertos en medicina psicosexual no están enteramente convencidos.
Sandy Goldbeck-Wood, experta del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido afirma que aunque interesante, el estudio podría llegar a una conclusión equivocada.
Afirma que es necesario llevar a cabo un estudio más grande para asegurar que las diferencias identificadas en el cerebro están verdaderamente relacionadas a la función sexual y no a la depresión, que suele causar problemas sexuales.
Por su parte, Peter Bell, terapeuta sexual de la organización británica Relate, señala que la falta de actividad cerebral en respuesta a imágenes eróticas podría esperarse en una mujer que ha perdido interés en el sexo, por una amplia variedad de razones.
"Este trastorno es ahora una enfermedad médica reconocida, pero sigue siendo un misterio si hay una sola causa o varias" dice el experto.
Agrega que muchas cosas, desde un estilo de vida ocupado y exigente hasta problemas físicos como el síndrome de ovario poliquístico, podrían ser causa de la pérdida de libido.
"El asunto es que una vez que se otorga un nombre a esto, cualquier mujer que no se siente tan "sexy" como a menudo piensa que tiene un problema".
"Yo creo que este trastorno existe, pero afecta a menos mujeres de las que se ha sugerido", expresa.