lunes, 29 de noviembre de 2010

Aprueban nueva edición de ortografía del idioma español



GUADALAJARA, 29 noviembre 2010 (AFP).— Ni España quería perder su 'i griega' ni a Latinoamérica la 'uve' le gustaba, así que a las academias de la lengua no les quedó otro camino que negociar la nueva Ortografía del español presentada el domingo en México, finalmente sin imponer los cambios que habían generado más resistencia.
Las negociaciones "fueron duras y a veces se procedió inteligentemente a base de escisiones mutuas. Los españoles aceptaron que se le dijese 'ye' a la 'i griega' a cambio de que en Hispanoamérica se aceptase 'uve", explicó a la AFP el secretario general de la asociación de academias de la lengua, Humberto López Morales.
"Algunos españoles se aferraban a la 'i griega' pero otros han afirmado su posición en favor de la 'ye (...) La 'i griega' es una denominación que no tiene fundamentación filológica seria", argumentó por su parte a la AFP Pedro Luis Barcia, presidente de la Academia Argentina de las Letras.
En España, escritores como Juan José Millás y hasta un grupo de la red social Facebook con 76.000 seguidores protestaron contra la desaparición de la 'i griega'.
A pesar de que ésta y otras modificaciones ortográficas se habían adelantado como obligatorias, las academias pactaron dejar en simples propuestas las denominaciones unitarias para Hispanoamérica de la 'ye' y la 'uve' en la Ortografía que firmaron en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (oeste de México).
Barcia admite que en el proceso hubo sobresaltos. Uno de ellos fue cuando hace tres semanas algunos académicos encargados de anticipar las nuevas normas a la prensa revelaron que se iba a unificar el nombre de la letra 'v' en 'uve'.
"Le mandé inmediatamente una carta a Víctor García de la Concha (presidente de la Real Academia Española) diciéndole que en nuestro país se dice de otra forma y que no vamos a adoptar el cambio", recordó. "Él me contestó que el cambio es potestativo. Que es una recomendación y no pasa de ahí", señaló.
En otros puntos que fueron rechazados por escritores de la talla del mexicano José Emilio Pacheco, premio Cervantes 2009, o el español Javier Marías, hubo menos debate académico. "En la eliminación de la 'ch' y la 'll' como letras del alfabeto todos estuvieron de acuerdo", indicó López Morales, quien el domingo también recogió en Guadalajara el premio de Ensayo Isabel Polanco por su obra 'La andadura del español por el mundo'.
Respecto a la tilde en el adverbio 'solo' hubo discrepancias, pero "la mayoría estábamos de acuerdo en que ese acento es innecesario lingüísticamente", indicó López Morales, miembro de la academia de Puerto Rico.
México defendió la necesidad de la tilde de 'solo', pero en aras del consenso aceptó recomendar su eliminación en la nueva Ortografía, que sustituye a la de 1999 y se publicará a fines de diciembre, dijo en la presentación el presidente de la Academia Mexicana de la Lengua, José G. Moreno de Alba.
De igual forma se acordó proponer que no se acentúen palabras como 'guion' o 'truhan' por considerarlas únicamente monosílabas. En estas cuestiones "sólo se discutió cuando se hablaba de eliminación" y no de recomendaciones, dijo López Morales.
Los académicos defienden que estas discrepancias no suman más del 10% del contenido de la nueva Ortografía y que son propuestas sensatas lingüísticamente y ya predominantes en el mundo hispánico, que alberga a 450 millones de hablantes. Con los cambios convertidos en recomendaciones de uso, la polémica amainó y "la sangre no llegó al río. No ha aparecido flotando ningún académico ni en el Guadalquivir ni en el Río de la Plata", bromeó Barcia.

Video: Radio Televisión Castilla y León / Youtube

Suprimen dos letras del alfabeto y sugieren cambios en la ortografía
GUADALAJARA, 29 noviembre 2010 (Revista Enie/El Clarín).— La Academia sugiere y recomienda, pero no impone”. “No estamos cambiando nada”. “No se modifican las reglas, ni se añaden nuevas”. “Si a usted le queda cómodo un acento, pues póngalo”. Cada frase, lanzada mientras los otros 21 titulares de las Academias de la Lengua Española le cubrían las espaldas, fue subrayada por el director de la Academia Mexicana de la Lengua, José Moreno de Alba, entrenado para atajar los penales que le patearon decenas de periodistas en el acto de presentación del acuerdo de las 22 Academias sobre la nueva edición de la “Ortografía de la Lengua Española”, que tuvo lugar ayer en la Feria del Libro de Guadalajara y que estará en las librerías hacia fines de diciembre.
¿La “y” griega pasará al olvido ante el ímpetu sonoro de la “ye”? ¿Cuántas letras tendrá el alfabeto después del destierro de la “ch” y la “ll”? ¿Sólo se quedó tan solo que ya ni lo acompaña un acento? ¿La “b” larga y la “v” corta se quedaron sin apellido? Pues nada de eso. Ayer quedó claro que el revuelo que se armó cuando a principios de noviembre la Real Academia Española (RAE) difundió algunas de las nuevas normas que regirían en la ortografía de nuestro idioma, no fueron más que anuncios de lo que se estaba discutiendo, y no de lo que se estaba firmando. O al menos eso es lo que explicó ayer Moreno de Alba.
El acto arrancó con una solemnidad que no iba a durar mucho. Al frente de los demás académicos, el representante mexicano leyó el acta: “El pleno de directores y presidentes de la Asociación de Academias de la Lengua Española, reunido en Guadalajara, Jalisco, México, a las 9 horas del día 28 de noviembre de 2010, acuerda por unimidad aprobar el texto definitivo de la nueva edición de la Ortografía de la Lengua Española”. Luego explicó que se trata de la primera ortografía razonada, exhaustiva y detallada , hecha “por todos y para todos”, nacida desde la unidad, para la unidad”, como intentando despejar sospechas de diferencias que, si las hubo, quedaron debajo de la alfombra.
A la hora de las preguntas de los medios de todos los países de habla hispana, Moreno de Alba se tomó el trabajo de responder casi como un maestro de escuela. Así, explicó que se ha tenido en cuenta la fuerza de la oralidad en la escritura , la importancia social de la ortografía y el peso de la política panhispánica (es decir, del habla americana) a la hora de redactar esta nueva ortografía. “Las reglas se explican con mayor exactitud, de manera razonada, con más ejemplos y con el propósito de unificar criterios. Hay una voluntad de precisión.
No se trata de hacer más complicadas las cosas, al contrario: la precisión de las reglas simplifica la ortografía”, añadió.
Traducido, lo que la nueva ortografía trata de hacer es clarificar las reglas que resultan de dudosa aplicación. Por ejemplo, ¿hay que escribir Océano Pacífico u océano Pacífico? “Resuelve este tipo de dudas, delimitando lo que es un nombre propio, y poniendo un poco de orden en las reglas que no eran suficientes”, agregó.
Cuando las preguntas llegaron al tema de los acentos o de la denominación de algunas letras, explicó: “Decidimos proponer unificar los nombres en los casos en que hay diversidad de denominaciones”. El texto definitivo no se limitará a esa denominación sugerida, sino también a las que proponen todas las Academias. Así, se sugiere que a la “b” se la llame “be”, y que la “v” se popularice como “uve”. Pero podremos seguir llamándolas “b” larga y “v” corta. Sí hubo consenso en eliminar la “ch” y la “ll”, con lo que nuestro albabeto queda en 27 letras. Por otro lado, los acentos en palabras como solo, este, ese o aquel, quedan a gusto del consumidor: la RAE recomienda no usarlos, pero si alguien quiere hacerlo no tendrá un bochazo en el boletín. “Se propone suspender estos acentos para simplificar las reglas. Pero no existe una razón fónica para utilizarlos. Se inventaron para distinguir funciones”, dijo.
Quedó claro que los académicos optaron por no dar una imagen de criterios fragmentados y que zanjaron sus discusiones de una manera que nadie esperaba: la Academia sugiere, pero no impone. Que los chicos no festejen de antemano: esto es sólo (con acento, a la vieja usanza) para algunos casos. Y en eso sí la RAE se puso de acuerdo.México, 29 nov (PL) Representantes de las 22 Academias de la Lengua Española aprobaron por unanimidad el texto definitivo de la nueva edición de la ortografía, cuyas reglas no imponen su uso, sino criterios uniformes de acentuación y diversas denominaciones.

En el acto, efectuado en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, José Moreno de Alba, presidente de la Academia Mexicana de la Lengua (AML), aseguró que la nueva regla presenta caracteres que la hacen más sólida, exhaustiva y moderna.

Según el académico se trata de la primera ortografía razonada del idioma español, en tanto explica temas importantes como el peso de la oralidad en la escritura, los orígenes de la escritura alfabética, las funciones de la ortografía, el origen y evolución de los sistemas ortográficos y su importancia social, entre otros.

Aclaró que la obra evita tecnicismos y expresiones de difícil comprensión, de manera que los hablantes alfabetizados de cualquier parte del mundo puedan escribir el idioma español con corrección y propiedad.

En esta nueva edición de la ortografía de la lengua española, las academias recomendaron que la Y se llame "ye" y no "i griega", y que los distintos nombres de la V se unifiquen en "uve", mientras que la B se nombre "be".

De igual forma, los especialistas tampoco prohibieron que el "solo" adverbial lleve tilde. "Estas propuestas no tienen importancia, pero marcan la tendencia", aseguró Moreno de Alba.

En relación con el alfabeto, acordaron que la CH y la LL dejen de ser letras del abecedario, pues aseguraron que se trata de dígrafos y no de letras, con lo que el alfabeto ahora se reduce a 27 sus caracteres.

Algunas medidas polémicas, que levantaron revuelo días antes de la FIL, se tomaron en cuenta en este acto, como es la supresión del acento en el caso del adverbio "solo" para expresar "solamente", y de los pronombres demostrativos "este", "ese" y "aquel".

"El nuevo tratado no supone complicar las cosas, sino exactamente todo lo contrario. La precisión de las reglas es la mejor manera de simplificar la ortografía, y esto es precisamente lo que pretende la obra, resolver las reglas que resultan de dudosa aplicación", aseguró el presidente de la AML.
“Los docentes deben adoptar las propuestas”

“Estoy feliz por el revuelo que armó, aunque aquí no ha corrido sangre sino mucha tinta”, le dijo a Clarín el presidente de la Academia Argentina de Letras, Pedro Luis Barcia, al terminar el acto de presentación de la “Ortografía de la Lengua Española”. El fue uno de los primeros en juzgar como imprudentes los anuncios que se habían hecho sin haber sido consensuados por todas las Academias.

-Quedó la impresión de que lo que se presentó es más una serie de propuestas que de reglas.

-No, en un 90 % las reglas son categóricas. La percepción de que hay cierta blandura o elasticidad es porque se buscó un equilibrio. La norma es ésa: un equilibrio que es una recomendación hacia la unidad. Las Academias tendrán que preocuparse para que los maestros y los docentes vayan gradualmente incorporando en la educación los acuerdos de esta unidad.

-Pero se dijo que eso tampoco será obligatorio...

-Eso lo respondo como Vicepresidente de la Academia de Educación: sería una torpeza que los docentes no adopten las propuestas y que hagan lo que quieran. Claro que eso no puede cambiarse de cuajo; pero en el futuro todos van a adoptar la simplificación y la unidad como un proceso natural.
Foto: El presidente de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha (Agencias).

Las duras negociaciones de la ortografía española

GUADALAJARA, 29 noviembre 2010 (PrensaLatina).- Representantes de las 22 Academias de la Lengua Española aprobaron por unanimidad el texto definitivo de la nueva edición de la ortografía, cuyas reglas no imponen su uso, sino criterios uniformes de acentuación y diversas denominaciones.

En el acto, efectuado en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, José Moreno de Alba, presidente de la Academia Mexicana de la Lengua (AML), aseguró que la nueva regla presenta caracteres que la hacen más sólida, exhaustiva y moderna.

Según el académico se trata de la primera ortografía razonada del idioma español, en tanto explica temas importantes como el peso de la oralidad en la escritura, los orígenes de la escritura alfabética, las funciones de la ortografía, el origen y evolución de los sistemas ortográficos y su importancia social, entre otros.

Aclaró que la obra evita tecnicismos y expresiones de difícil comprensión, de manera que los hablantes alfabetizados de cualquier parte del mundo puedan escribir el idioma español con corrección y propiedad.

En esta nueva edición de la ortografía de la lengua española, las academias recomendaron que la Y se llame "ye" y no "i griega", y que los distintos nombres de la V se unifiquen en "uve", mientras que la B se nombre "be".

De igual forma, los especialistas tampoco prohibieron que el "solo" adverbial lleve tilde. "Estas propuestas no tienen importancia, pero marcan la tendencia", aseguró Moreno de Alba.

En relación con el alfabeto, acordaron que la CH y la LL dejen de ser letras del abecedario, pues aseguraron que se trata de dígrafos y no de letras, con lo que el alfabeto ahora se reduce a 27 sus caracteres.

Algunas medidas polémicas, que levantaron revuelo días antes de la FIL, se tomaron en cuenta en este acto, como es la supresión del acento en el caso del adverbio "solo" para expresar "solamente", y de los pronombres demostrativos "este", "ese" y "aquel".

"El nuevo tratado no supone complicar las cosas, sino exactamente todo lo contrario. La precisión de las reglas es la mejor manera de simplificar la ortografía, y esto es precisamente lo que pretende la obra, resolver las reglas que resultan de dudosa aplicación", aseguró el presidente de la AML.
Foto: El director de la Academia Mexicana de la Lengua, José Moreno de Alba, hizo el anuncio en el marco de la Feria Internacional del Libro (Foto: José Méndez/EFE )

La ortografía se modifica, pero habrá flexibilidad
GUADALAJARA, 29 noviembre 2010 (El Universal).— Los directores de las 22 academias de la lengua española reunidos en Guadalajara durante la Feria Internacional del Libro, aprobaron por unanimidad la versión de la ortografía razonada de la lengua española y firmaron ayer el acta que da fe del convenio de aceptación de la nueva normatividad para la escritura del idioma.
José G. Moreno de Alba, director de la Academia Mexicana de la Lengua, aclaró que se trata de “una propuesta” para unificar la manera en que se escribe el español en todos los países hispanohablantes y no una imposición que deje a un lado los usos y las costumbres de cada comunidad.
Precisó que se determinó eliminar los acentos en las palabras “solo”, “este”, “ese” y “aquel”, porque no existe una diferencia fonética, por ejemplo, entre el adverbio “solo” y el adjetivo “solo”, y consideró que la diferencia de significado puede definirse perfectamente en el contexto del texto.
“Pero si en algún país, alguien dice, a mí me gusta, yo necesito acentuar estas palabras, ¡pues hágalo, no hay problema!”, dijo Moreno de Alba, quien insistió en que la ortografía razonada de la lengua española —cuya publicación estará disponible en México y España en diciembre— es la propuesta que los académicos de la lengua hacen para unificar el uso del español en los países hispanohablantes, y no un tratado de prohibiciones.
Moreno de Alba fue el único que habló en la conferencia a la que también acudieron los directores y representantes de las 22 academias de la lengua española, quienes respaldaron la nueva propuesta para la ortografía del español.
El director de la Academia Mexicana de la Lengua asumió la responsabilidad de los académicos encargados de elaborar la nueva propuesta de la ortografía en español, en la polémica y descontento que este documento desató en el medio editorial y literario, debido a que, dijo, “ofrecimos información cuando aún no llegábamos a los acuerdos definitivos” y hubo una mala interpretación, “que no fue culpa de los medios de comunicación sino nuestra por no dar información precisa”.
Indicó que por respeto a los escritores y a las comunidades de hispanohablantes la nueva ortografía razonada de la lengua española se ofrece como una sugerencia y no como un tratado de reglas para prohibir el uso acostumbrado de palabras.
“La nueva ortografía hoy aprobada por los directores de todas las academias de la lengua española es diferente a versiones anteriores, porque se hizo con una política hispánica. No es un inventario de reglas y excepciones, sino un verdadero tratado en el que se ofrecen las razones por las cuales los nombres propios empiezan con mayúscula o por qué unas palabras llevan tilde y otras no. Se trata de una verdadera teoría lingüística”.
La nueva versión de la ortografía en español no está modificando las reglas ni añadiendo nuevas, sino que detalla las ya existentes, con el objetivo de facilitar la correcta escritura del idioma.
Adelantó que en 2010 las academias de la lengua española trabajarán en la edición de un tratado de ortotipografía, en un manual para hacer una correcta presentación escrita del idioma. Esto quiere decir: saber cuándo usar cursivas, cuándo negritas, los tipos de márgenes a utilizar en un texto.

Aprueban sin imponer cambios en la Ortografía

GUADALAJARA, 29 noviembre 2010 (Milenio).- Y al final todo quedó en una salomónica decisión: las 22 academias de la Lengua Española aprobaron, por unanimidad, el texto definitivo de la nueva edición de la Ortografía de la lengua española, aunque bajo la convicción de que nada se puede imponer a los hablantes.
“La nueva Ortografía tiene en relación con la edición anterior las ventajas de la política panhispánica que han seguido las academias en sus obras; por primera vez se publicará no un prontuario de reglas y excepciones, sino un verdadero tratado en el que se explicarán, entre otros temas, algunos tan importantes como  el peso de la oralidad en la escritura, los orígenes de la escritura alfabética, las funciones de la ortografía, el origen y evolución de los sistemas ortográficos o la importancia social de la ortografía”, en palabras de José Moreno de Alba, director de la Academia Mexicana de la Lengua.
Reunidos en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, los académicos prefirieron dar una salida menos polémica a algunos de los cambios que se propusieron durante su encuentro en San Millán de la Cogolla, en España, entre los que se encuentran las acentuaciones con tilde o la forma de llamar a letras como la “be” o la “uve”.
 “Por lo que toca a los nombres de las letras, la decisión tomada es proponer la unificación de los nombres de las letras, en las que hay diversidad de denominaciones, como la ‘be’ (B) o la ‘uve’ (V). Hemos decidido, después de consultar las costumbres de todo el mundo hispánico, llamarlas así, aunque en el texto se va a aclarar que aquellas regiones o hablantes, que tienen el hábito de llamar esa letra de otra manera lo pueden hacer, porque se trata de uniformar, no de imponer.”
En ese mismo caso quedó la forma de nombrar a la “i griega” (y), cuya propuesta fue que se quedara como “ye”, o la acentuación en “sólo, éste o ése”, que en el documento se solicitó que no se le pusiera la tilde, pero siempre con la posibilidad de hacerlo “si resulta gravemente antigua la expresión”, resaltó Moreno de Alba, quien en su calidad de anfitrión de los miembros de la Asociación de Academias de la Lengua Española condujo la presentación del documento aprobado.
“Otra característica de este nuevo tratado es su exhaustividad: no se modifican las reglas ni se añaden nuevas, sino mejor: se detallan con toda exactitud, con objeto de facilitar la correcta escritura a los hispanohablantes y a los hablantes de otras lenguas que desean escribir la nuestra con corrección y propiedad.”
En lo que no hay esa posibilidad es en la desaparición del alfabeto de las letras “Ch” y “Ll”, porque son dos signos compuestos por dos letras, por lo cual no había razones para mantenerlas como tal, con lo que el alfabeto de la lengua española queda con 27 letras.
“Observamos los hábitos de los hablantes y de los escritores, y los ponemos en orden, a fin  de darles jerarquía, arreglar estas costumbres. Los académicos no inventaron la ortografía, observamos la manera como los hablantes se han ido acostumbrando a escribir nuestra lengua y nos limitamos a expresar eso en orden y con la mayor precisión. No se modifica nada, simplemente se precisan reglas que antes eran muy generales”, a decir de José Moreno de Alba, quien estuvo rodeado por los representantes de las 22 academias de la Lengua.
Aunque al final quedan las palabras de Humberto López Morales, secretario de la Asociación de Academias de la Lengua Española, que reflejan algo de lo que pudo suceder en la reunión de los académicos: “La ortografía debería ser lo más unitaria posible, lo que haría nuestra lengua mucho más fuerte y potente, pero hemos considerado que de momento no podemos proceder de esa manera, porque hay muchas costumbres arraigadas”.
Gramática, la constitución de la lengua
Dos visiones, un mismo objetivo: mientras para la ministra de Cultura de España, Ángeles González-Sinde, la gramática de una lengua es como la constitución de un país, porque establece sus reglas, para Gonzalo Celorio es una disciplina que nos refleja y nos describe.
En ambos casos, la intención fue señalar la importancia que tiene la gramática en la vida cotidiana de los hablantes, más allá de que se conozcan a fondo cada una de las normas establecidas alrededor de una lengua.
“El conocimiento de la gramática nos hace más conscientes de nuestra identidad, porque la lengua determina nuestro pensamiento, nuestra cultura y nuestra idiosincrasia”, de acuerdo con Gonzalo Celorio, secretario de la Academia Mexicana de la Lengua, al presentarse las versiones completa y compendiada de la Nueva Gramática de la Lengua Española.
En el acto, el escritor recordó que así como somos dueños de un cuerpo que usamos todos los días, somos también propietarios de una gramática entendida como capacidad lingüística articulatoria, que no se queda en el ámbito lingüístico, sino que es parte de la vida cotidiana, está “en la entraña de la misma lengua”.