LONDRES, 16 diciembre 2010 (EuropaPress).- Para parecer atractivo y saludable lo mejor es dormir bien por la noche, según sugiere un estudio del Instituto Karolinska en Estocolmo (Suecia) que se publica en el número especial de Navidad de la revista British Medical Journal. Los autores señalan que por primera vez existe un apoyo científico para el concepto de que dormir bien contribuye a la belleza. Los investigadores estudiaron la salud y atractivo percibidos de las personas que no duermen y denominaron a su estudio 'Bella Durmiente'.
El estudio, dirigido por John Axelsson, investigó la relación entre el sueño y las percepciones de atractivo y salud. Los autores creen que esta investigación es importante en la actual sociedad de 24 horas dado que el número de personas que sufren de trastornos del sueño está en aumento.
En el estudio participaron 23 personas de entre 18 y 31 años que fueron fotografiados entre las 2 y las 3 de la madrugada en dos ocasiones, una vez después del sueño normal y otra tras mantenerse despiertos sin dormir. Los fumadores fueron excluidos de la investigación y no se les permitió beber alcohol durante los dos días anteriores al experimento.
Las fotografías fueron tomadas en una habitación bien iluminada y la distancia hasta la cámara era fija. Durante ambas sesiones fotográficas los participantes no utilizaron maquillaje, tenían el pelo suelto o en una coleta si lo tenían largo y pasaron por procedimientos de lavado y afeitado similares. Se les pidió que mantuvieran una expresión facial neutra y relajada para ambas fotos.
Después, 65 observadores que no sabían si los sujetos habían o no dormido tasaron las fotografías según su atractivo y sobre si los individuos parecían sanos o no o cansados o no cansados. Los observadores juzgaron las caras de los participantes que no habían dormido como menos saludables, menos atractivas y más cansadas.
Los autores concluyen que las señales faciales de las personas privadas de sueño afectan a la apariencia facial y los juicios sobre atractivo, salud y cansancio.
Foto: El mismo hombre con una buena conducta del sueño (izda) y una mala (dcha.) / British Medical Journal