LONDRES, 10 febrero 2011 (AP) — El Parlamento británico debatía el jueves si se debe otorgar a los prisioneros el derecho de votar en las elecciones nacionales, luego que la corte europea de derechos humanos determinó que Gran Bretaña no puede negarles esa posibilidad.
El tema ha desatado la furia de organizaciones de víctimas y nuevas discusiones sobre el poder de las cortes europeas sobre las decisiones de los legisladores nacionales. Muchos parlamentarios británicos se oponen a cambiar la ley vigente desde hace siglos y el primer ministro David Cameron ha dicho que lo "enferma contemplar darle el voto a los prisioneros".
A diferencia de muchas naciones europeas, Gran Bretaña niega desde 1870 el derecho al voto a los criminales condenados. Aunque está obligada a cumplir los fallos de la corte, la mayoría de los parlamentarios se oponen en este caso y es probable que voten en contra el jueves.
"No veo ninguna razón por la que los prisioneros deberían poder votar", dijo Cameron el miércoles ante el Parlamento. "Esta no es una situación en quiero que esté el país".
El caso que desató la polémica es el de John Hirst, declarado culpable de matar con un hacha a la dueña de la vivienda que alquilaba en 1979. Hirst ganó una larga batalla legal para demostrar que la ley restringe los derechos de los prisioneros. La Corte Superior de Londres había rechazado su caso en 2011, pero la Corte Europea de Derechos Humanos falló a su favor en 2005.
El gobierno británico se negó a obedecer y, en noviembre, el Consejo de Europa le dio un plazo de seis meses para cumplir el requerimiento.
En un video subido al sitio YouTube, Hirst dijo que festejaría por todos los prisioneros, "incluidos los asesinos, violadores y pederastas", lo que desató la furia de los grupos de víctimas.
Video: BBC/Youtube
Foto: John Hirst