CÓRCEGA, 10 febrero 2011 (InfoBae).- La Policía suiza busca el aparato que Matthias Schepp llevaba siempre consigo dado que podría aportar datos sobre el paradero de Alessia y Livia, secuestradas el 30 de enero. Sospechan que podría llegar a la madre de las niñas, que recibe correspondencia de su ex esposo ya muerto
Matthias Schepp jamás se separaba de su grabadora, por lo que las autoridades no tienen rastros del aparato.
La Policía italiana se interesa en este grabador dado que considera que el padre de las niñas de 6 años podría haber grabado su confesión. Sospechan que puede llegar a la casa de la madre de Alessia y Livia, que hace días recibe sobres con dinero que le manda su ya muerto ex esposo.
De acuerdo con las investigaciones derivadas de la computadora personal del padre de las mellizas, Matthias hacía tiempo que tenía pensado secuestrar a su hija dado que tenía miedo de perder la tenencia y que su ex mujer no lo dejara verlas más.
Los testigos que salieron a hablar en los últimos días no dieron pistas claras, aunque fueron bien recibidos por Irina Ludici, la madre de las niñas, quien pidió por TV que declaren todo lo que sepan, aunque no sea 100% seguro.
Un testigo indicó haber visto a Matthias con prisa porque perdían el tren y su coche estaba parado en doble fila. La Policía duda de su testimonio porque ha estudiado las imágenes de las cámaras de seguridad y sólo se ve al padre, de acuerdo con lo publicado por El Mundo.
Luego de haber rastreado su teléfono móvil, los investigadores saben que el padre de las mellizas partió de Saint-Sulpice el domingo 30 al mediodía. A las 15:50 estaba en Morges, en el lago de Ginebra, y a las 18:04 cruzaba la frontera en Ginebra, en dirección a la región de Annecy. El lunes 31 estaba en Marsella y esa misma tarde partió con las niñas hacia Córcega.
Lo que pasó desde ese momento hasta que se tiró bajo un tren aún es un misterio. La Policía de toda Europa y la Interpol están investigando el caso.
Por su parte, la policía suiza ha dado por concluida su búsqueda en territorio helvético al considerar fidedignas las pistas que sitúan a padre e hijas en el barco en dirección a Córcega.
Según 'La Gazetta del Mezzogiorno', padre e hijas fueron vistos en Cerignola, el pueblo en el que Mathias Schepp se quitó la vida arrojándose a las vías del tren. El periódico recogía hace un par de días el testimonio del propietario del Bar Fiore, que dice estar "totalmente convencido" de que los tres estuvieron en su establecimiento.
Recuerda que el padre llevaba un chaleco beige y que las niñas iban de azul y violeta, lo que coincide con los datos proporcionados por la Interpol el lunes. "El padre me pidió que acompañara a una de las niñas al lavabo, y hablaba con acento extranjero", afirmó.
Aunque todavía faltan muchas piezas de este rompecabezas, gracias al rastreo de su teléfono móvil, los investigadores saben que Mathias partió de Saint-Sulpice el domingo 30 al mediodía. A las 15.50 horas estaba en Morges, en el lago de Ginebra, y a las 18.04 horas cruzaba la frontera en Ginebra, en dirección a la región de Annecy. El lunes 31 estaba en Marsella y esa misma tarde partió con las niñas hacia Córcega. Lo que ocurrió desde entonces hasta el jueves, día de su suicidio, todavía está por determinar.
Tras 11 días de incertidumbre, la madre de las mellizas desaparecidas sacó ayer fuerzas para comparecer ante los medios y hacer un llamamiento desesperado para pedir ayuda para encontrar a sus hijas.
Con mucha entereza, Irina Ludici se dirigió por la tarde a la prensa concentrada desde hace una semana a las puertas de su domicilio en Saint-Sulpice. Por la noche participó también desde casa en el programa especializado en desapariciones 'Quién la ha visto?' de la televisión pública italiana Rai 3.
Para la madre, "es un motivo de esperanza", que tres testimonios fidedignos hayan afirmado ver a las mellizas con su padre a bordo del ferry. Irina cree que ese hecho "podría significar que están en manos de alguien", añadió. Irina, explicó además, que Mathias había realizado varios viajes a la isla francesa por trabajo por lo que conocía allí a gente.
La Policía italiana se interesa en este grabador dado que considera que el padre de las niñas de 6 años podría haber grabado su confesión. Sospechan que puede llegar a la casa de la madre de Alessia y Livia, que hace días recibe sobres con dinero que le manda su ya muerto ex esposo.
De acuerdo con las investigaciones derivadas de la computadora personal del padre de las mellizas, Matthias hacía tiempo que tenía pensado secuestrar a su hija dado que tenía miedo de perder la tenencia y que su ex mujer no lo dejara verlas más.
Los testigos que salieron a hablar en los últimos días no dieron pistas claras, aunque fueron bien recibidos por Irina Ludici, la madre de las niñas, quien pidió por TV que declaren todo lo que sepan, aunque no sea 100% seguro.
Un testigo indicó haber visto a Matthias con prisa porque perdían el tren y su coche estaba parado en doble fila. La Policía duda de su testimonio porque ha estudiado las imágenes de las cámaras de seguridad y sólo se ve al padre, de acuerdo con lo publicado por El Mundo.
Luego de haber rastreado su teléfono móvil, los investigadores saben que el padre de las mellizas partió de Saint-Sulpice el domingo 30 al mediodía. A las 15:50 estaba en Morges, en el lago de Ginebra, y a las 18:04 cruzaba la frontera en Ginebra, en dirección a la región de Annecy. El lunes 31 estaba en Marsella y esa misma tarde partió con las niñas hacia Córcega.
Lo que pasó desde ese momento hasta que se tiró bajo un tren aún es un misterio. La Policía de toda Europa y la Interpol están investigando el caso.
Buscan la grabadora que el padre de las mellizas suizas solía llevar consigo
CÓRCEGA, 10 febrero 2011 (El Mundo).- Ni rastro de la grabadora que el padre de las mellizas desaparecidas solía llevar encima y de la que nunca se separaba. Los investigadores no la han encontrado ni en su domicilio ni en su vehículo por lo que barajan la posibilidad de que Mathias Schepp la hubiera enviado por correo a su todavía esposa, como ya hiciera con más de 5000 euros. Según la agencia de noticias Ansa, la policía italiana cree que en la grabadora podría haber algún dato sobre el paradero de las pequeñas. Asimismo, el estudio de su ordenador personal ha revelado que el hombre llevaba tiempo planeando su huida, quizás porque temía que su mujer le alejara de las niñas por cuya custodia él luchaba.
El padre se encontraba en tratamiento psiquiátrico desde que se divorció, según ha confirmado un portavoz de la familia. Sin embargo, su médico no observó ninguna conducta alarmante. El domingo envió un mensaje al trabajo para decir que el lunes por la mañana no iría a trabajar.Por su parte, la policía suiza ha dado por concluida su búsqueda en territorio helvético al considerar fidedignas las pistas que sitúan a padre e hijas en el barco en dirección a Córcega.
Según 'La Gazetta del Mezzogiorno', padre e hijas fueron vistos en Cerignola, el pueblo en el que Mathias Schepp se quitó la vida arrojándose a las vías del tren. El periódico recogía hace un par de días el testimonio del propietario del Bar Fiore, que dice estar "totalmente convencido" de que los tres estuvieron en su establecimiento.
Recuerda que el padre llevaba un chaleco beige y que las niñas iban de azul y violeta, lo que coincide con los datos proporcionados por la Interpol el lunes. "El padre me pidió que acompañara a una de las niñas al lavabo, y hablaba con acento extranjero", afirmó.
Testimonios confusos
Según su versión, Mathias le dijo que tenían prisa porque se les escapaba el tren y su coche estaba parado en doble fila. La policía duda de su testimonio porque ha estudiado las imágenes de las cámaras de seguridad y sólo se ve al padre. Pero el propietario del bar insiste: "Estoy seguro de lo que he visto. Cuando salían de mi bar, llamó a una de las niñas. El nombre que entendí fue 'Lía', o algo así".Aunque todavía faltan muchas piezas de este rompecabezas, gracias al rastreo de su teléfono móvil, los investigadores saben que Mathias partió de Saint-Sulpice el domingo 30 al mediodía. A las 15.50 horas estaba en Morges, en el lago de Ginebra, y a las 18.04 horas cruzaba la frontera en Ginebra, en dirección a la región de Annecy. El lunes 31 estaba en Marsella y esa misma tarde partió con las niñas hacia Córcega. Lo que ocurrió desde entonces hasta el jueves, día de su suicidio, todavía está por determinar.
Tras 11 días de incertidumbre, la madre de las mellizas desaparecidas sacó ayer fuerzas para comparecer ante los medios y hacer un llamamiento desesperado para pedir ayuda para encontrar a sus hijas.
Con mucha entereza, Irina Ludici se dirigió por la tarde a la prensa concentrada desde hace una semana a las puertas de su domicilio en Saint-Sulpice. Por la noche participó también desde casa en el programa especializado en desapariciones 'Quién la ha visto?' de la televisión pública italiana Rai 3.
Para la madre, "es un motivo de esperanza", que tres testimonios fidedignos hayan afirmado ver a las mellizas con su padre a bordo del ferry. Irina cree que ese hecho "podría significar que están en manos de alguien", añadió. Irina, explicó además, que Mathias había realizado varios viajes a la isla francesa por trabajo por lo que conocía allí a gente.
Otras notas relacionadas publicadas en Wicked Magazine.
"Buscan a dos gemelas secuestradas por su padre" 5 febrero 2011
"Las gemelas suizas desaparecidas fueron vistas con su padre por última vez el lunes" 6 febrero 2011
"¿Dónde están Alessia y Livia?" 7 febrero 2011
"Las mellizas suizas continúan desaparecidas" 9 febrero 2011
"Las gemelas suizas desaparecidas "estaban en barco" a Córcega (fiscal)" 9 febrero 2011
"El padre de las mellizas suizas podría haber grabado su confesión" 10 febrero 2011
"Se sigue línea sobre posible envenamiento de las gemelas desaparecidas" 10 febrero 2011
"Vieron en un ferry a las mellizas suizas" 10 febrero 2011