PARÍS, 7 febrero (EFE).- Un conductor de camión, ganador de un bote de diez millones de euros en la lotería francesa, ha comprado la empresa de transportes en la que trabaja desde hace casi treinta años y que se encontraba al borde de la quiebra.
El agraciado con el bote millonario adquirió el pasado mes de enero el 100 por cien del capital social de la empresa, ubicada en Normandía -noroeste de Francia-, que empleaba a una quincena de trabajadores y se encontraba en proceso de liquidación judicial por deudas, publicó hoy el diario francés "Le Parisien".
El nuevo millonario invirtió "varios centenares de miles de euros" para quedarse con los activos de la compañía, con su cartera de clientes y una decena de camiones.
El extransportista, que prefirió mantener el anonimato, explicó que conservará al antiguo director general en plantilla, aunque descienda en el organigrama de la empresa: "Me dio lástima y lo autoricé a quedarse", señaló.
También contó que va todos los días a su trabajo y se pone al volante de un camión cuando uno de los conductores se ausenta. "Me gusta conducir", aseguró el hombre, que ronda los 50 años.
El nuevo millonario recalcó que no le supone "ningún problema" dar órdenes, porque sus antiguos compañeros de trabajo le respetan: "saben que fui conductor como ellos. He hecho las mismas rutas, así que no me pueden contar historias".
"He hecho lo que había que hacer. Tenía medios para evitar que 13 o 14 empleados se quedasen en el paro, y además el transporte es toda mi vida", manifestó el hombre, que advirtió sin embargo que no seguirá con el proyecto si ve que pierde "demasiado dinero" en el futuro.
El ganador de la loto explicó que desde que se hizo con el bote, el pasado mes de septiembre, no ha tenido vacaciones, pero pudo comprarse dos casas y un todoterreno, y ahora tiene que pagar el impuesto sobre la fortuna.
El flamante millonario confesó también que sigue rellenando las casillas del boleto de lotería, con la esperanza de que su suerte se repita.