jueves, 14 de abril de 2011

Bebé glotón, acusado de promover el embarazo prematuro



CIUDAD DE MÉXICO, 13 de abril 2011 (El Excelsior).- Su cuerpecillo rollizo no luce aún en los escaparates de Estados Unidos pero millones de padres están que trinan con 'Bebé glotón', la muñeca que imita la lactancia materna, de tanto éxito entre las niñas españolas, fabricada por la empresa española Berjuan.

De poco ha valido que en su cuidada campaña de promoción el fabricante haya puesto el acento en que su producto permite a las crías experimentar la "magia de la maternidad". Lejos de mostrar empatía con el mensaje, los papás conservadores estadounidenses han copado los medios estos días alarmados por lo que consideran un juguete totalmente inapropiado y hasta peligroso para la educación de sus hijos.

Algunos argumentan que 'Bebé glotón' contribuye a exaltar la sexualidad de las niñas de 5 y 6 años, el segmento mayoritario al que va dirigido, animándolas a simular que tienen senos.

Otros hablan directamente del «riesgo» de que las jovencitas crezcan demasiado rápido. "¡Justo cuando el sexo y los embarazos entre adolescentes están por la nubes, comprémosles una muñeca que las anime a quedarse embarazadas!", se lamentaba una madre furiosa en el programa Good Morning América, uno de los de mayor audiencia en la tele. "¿Alguien crearía una muñeca que simulara el dolor del parto para enseñar a una niña de seis años cómo manejarse en el proceso de dar a luz?", añadió otra con sorna.

Hace dos años, Berjuan se encontró con el mismo rechazo cuando intentó distribuir por primera vez el juguete. Entonces, su inexperiencia en este mercado le movió a congelar la campaña, pero ahora parece dispuesta a ir a por todas con la convicción, además, de que su muñeca también se convertirá en un fenómeno de ventas en Norteamérica. "No entendemos por qué se ha creado tanta controversia", expresó ayer en un comunicado el portavoz de la compañía en Estados Unidos, Dennis Lewis, para quien "Bebé glotón" tiene un propósito formativo en habilidades que las niñas necesitarán cuando sean mayores. Uno de sus deseos es que el juguete ayude a «normalizar» la lactancia.

"Hace cien años, el 90% de las estadunidenses se habrían muerto de la risa de esta polémica. Dar el pecho era un hecho normal de la vida de las familias hasta que las compañías farmacéuticas encontraron oro en la década de 1920 con la producción de leche artificial", reflexiona Lewis.

En la escalada verbal de estos días, este ejecutivo destaca que algunos padres han llegado demasiado lejos en el ejercicio de sus críticas al decir que la empresa está poniendo en peligro a las pequeñas. "Nos han llamado pervertidos y hasta pedófilos por promover alimentar a los bebés a la manera en la que Dios nos enseñó", se queja.

Por fortuna para los intereses de la empresa española, otros padres han quitado hierro al asunto considerando la muñequita como un entretenimiento más para los pequeños y dando por bueno el mensaje de que todo lo que sea promocionar la lactancia es positivo en una sociedad que ha ido arrinconándola poco a poco. "Esta controversia sobre la muñeca nos revela que aún nos queda un largo camino para aceptar que dar el pecho es un hecho natural", argumentaba ayer en su blog Melissa Bartick, periodista y madre de dos hijos.