SAN FRANCISCO, 2 junio 2011 (El País).- Un juez de California condenó este jueves a Philip Garrido, de 60 años, que hace dos décadas secuestró a la niña Jaycee Lee Dugard y la mantuvo en cautiverio hasta 2009, a 431 años de prisión, lo que significa que probablemente pasará el resto de su vida en la cárcel.
A su mujer, Nancy, de 55 años, que convivió con la niña todos aquellos años, la condenó a 46 años de cárcel. El juez aceptó la recomendación del fiscal del distrito de El Dorado, que definió en las audiencias a Garrido como "un depredador sexual que le robó la infancia y la inocencia a una niña de 11 años".
Dugard no acudió a la lectura de la sentencia. El juez, Douglad C. Phimister definió en ella al secuestrador como una persona "sin alma". "Lo que hizo usted es más que horrible. Tendrá tiempo para pensar en ello", dijo. La madre de la víctima, Terry Probyn, leyó un comunicado de ésta en el que decía: "A Philip Garrido, odié cada segundo de cada día de 18 años de mi vida por tu culpa. A Nancy no tengo nada que decirle".
Dugard tiene ahora 31 años. En 1991 fue secuestrada de camino a una parada de autobús en la zona de South Lake Tahoe, cerca de San Francisco. Garrido la mantuvo oculta en una chabola en el patio trasero de su casa. Allí engendró dos niñas con ella que cuando su madre recuperó la libertad tenían 11 y 15 años. Garrido había sido condenado por violación con anterioridad. Nunca nadie sospechó nada al respecto de la niña desaparecida ni entró en su casa, a pesar de numerosas visitas de los servicios sociales. Fue la propia Dugard la que, en agosto de 2009, entró en una comisaría de California diciendo que había estado cautiva durante 18 años.
Fotos: Phillip Garrido, durante el juicio (REUTERS) / Jaycee Dugard, ahora y antes (People/Familia Dugard)