Washington, 2 septiembre 2011 (BBC).- En abril del 2009 la primera dama estadounidense Michelle Obama obsequió a su par francesa, Carla Bruni, una guitarra acústica Gibson Hummingbird. Ahora ese regalo podría ser un problema, si algún día la esposa de Nicolas Sarkozy quisiera llevarla consigo en algún viaje a Estados Unidos.
El problema es que Gibson Guitars, uno de los principales fabricantes de guitarras del mundo, se encuentra en el medio de una investigación por violación de leyes ambientales internacionales por supuestamente usar maderas de explotación prohibida.
La semana pasada, agentes federales allanaron en Tennessee, sur de Estados Unidos, las instalaciones donde se fabrican las mundialmente famosas guitarras ante sospechas de que están usando ébano de Madagascar, una madera cuyo comercio está prohibido.
Según el gobierno estadounidense, Gibson podría estar violando, a sabiendas, la Ley Lacey, que data originalmente de 1900 aunque fue modificada en 2008, hecho que la compañía niega rotundamente pero que podría complicarle la vida no sólo a los fabricantes, sino a los propietarios de instrumentos musicales hecho con cierto tipo de madera.
Esperanza africana
"Tuvimos un allanamiento, con agentes federales armados, que vinieron, evacuaron la fábrica, detuvieron la producción, enviaron a casa a los empleados y confiscaron la madera", dijo a la prensa local al día siguiente el presidente de Gibson Guitars, Henry Juszkiewicz.
Esta es la segunda visita de los agentes federales al legendario fabricante de las guitarras eléctricas Les Paul, después de la realizada en noviembre del 2009 por la misma razón.
Aunque el Departamento de Justicia no ha comentado sobre el caso, se sabe que en junio presentó una moción ante un tribunal acusando a Gibson de estar conectada con explotaciones forestales ilegales.
La directora de programas forestales de la Agencia de Investigación Ambiental de EE.UU., Andrea Johnson, asegura que la empresa "claramente entendía los riesgos", según concluye de las comunicaciones entre Gibson y sus proveedores.
"(Gente de Gibson) estaba en Madagascar en una visita que buscaba encontrar cómo podían tener una fuente ilegal desde ese país. Al final tomaron la decisión de que iban a usar la fuente pese a saber que había una prohibición de exportaciones de ébano y de palo de rosa", afirmó Johnson.
Pero los abogados de la compañía han presentado documentos que buscan demostrar que las compras hechas en Madagascar cumplen con las leyes de ese país y las de EE.UU.
Además aseguran que desde 2009 no compran madera al país africano y que la que se llevaron los agentes federales en el allanamiento provenía de India.
Certificado de origen
En la industria de los instrumentos musicales la madera de Madagascar fue vista en los años 90 como el ansiado sustituto al palo de rosa de Brasil, cuyo comercio quedó prohibido por la sobreexplotación de esos árboles.
Pero los problemas políticos y el deterioro del medio ambiente -Madagascar ha perdido un tercio de sus bosques de los años 70, según datos de las Naciones Unidas- llevaron a detener el comercio maderero proveniente de la isla.
El problema es que como la llamada Ley Lacey es retroactiva, en teoría, cada persona que entre con una guitarra por las aduanas de EE.UU. debería poder demostrar que en su fabricación no se usaron maderas de origen dudoso. Y al parecer eso incluye a los instrumentos clásicos o vintage.
"Pesadilla"
George Gruhn, un comerciante de Nashville, considerado uno de los más importantes vendedores de guitarras de colección del mundo, dijo a la Radio Pública Nacional estadounidense (NPR, por sus siglas en inglés) que está viviendo "una pesadilla".
"No puedo evitar que hayan usado palo de rosa brasileño en casi cualquier guitarra hecha antes de 1970. Pero yo no estoy contribuyendo a talar palo de rosa en Brasil hoy".
Aunque Gruhn reconoce que el gobierno trata de crear excepciones para los instrumentos de colección, afirma que el asunto sufre enormes demoras y como consecuencia ha perdido el 40% de su negocio, mayormente la parte de sus clientes en el exterior.