miércoles, 19 de octubre de 2011

Número de amigos en Facebook mide densidad cerebral de usuarios: estudio

LONDRES, 19 octubre 2011 (IBTimes).- Usuarios con mayor número de amigos en redes sociales comoFacebook, poseen una mayor densidad cerebral en la amígdala, zona conocida por su papel en las reacciones emocionales, la memoria y la vida social en el mundo real, informó un estudio.

El estudio publicado en los "Procedimientos de la Real Sociedad B", descubrió que es posible que la estructura cerebral también esté conectada con las relaciones virtuales que las personas experimentan en este tiempo.

Sin embargo, el problema aún reside en el hecho de que es posible que el descubrimiento indique simplemente lo contrario, que personas con mayores regiones desarrolladas en el cerebro para las capacidades sociales, posean más amigos en las redes sociales de Internet.

"No podemos decir con seguridad que la estructura del cerebro y la actividad social enInternet están conectadas," dijo el profesor Geraint Rees, director del Instituto de Neurociencia Cognitiva de la UCL.

Básicamente, el experimento constó en preguntar a 165 adultos, el número de contactos que poseen en la red social. Al mismo tiempo, se realizó una resonancia magnética a cada uno de ellos para tomar muestras de su corteza cerebral.

Facebook también nos cambia el cerebro


LONDRES, 19 octubre 2011 (Expansión).- Las redes sociales han alterado nuestras relaciones con los demás. Ya no necesitamos el cara a cara para intercambiar opiniones, confidencias y sentimientos con los amigos y tampoco tenemos que conocer personalmente a todos nuestros contactos. Esa nueva forma de relacionarnos también nos cambia el cerebro.

Un grupo de investigadores del University College de Londres ha descubierto que existe una relación directa entre el número de amigos que tiene una persona en Facebook y el tamaño de algunas regiones cerebrales, un hallazgo que publica esta semana la revista 'Proceedings'.

"Hemos identificado ciertas zonas del cerebro que hacen referencia al número de amigos que tenemos -reales y virtuales-. La pregunta que surge es si esas estructuras cambian a lo largo del tiempo, y su respuesta nos ayudará a saber si Internet está cambiando nuestro cerebro", apunta el doctor Ryota Kanai, director del estudio.

Para su trabajo, los científicos, financiados por el Wellcome Trust, estudiaron mediante técnicas de neuroimagen el cerebro de 125 estudiantes universitarios -todos ellos usuarios activos de Facebook- y comprobaron que existía una fuerte relación entre el número de amigos virtuales y la cantidad de materia gris en el cerebro. Este hallazgo coincide con otro trabajo reciente que puso de manifiesto que el volumen de materia gris en una determinada área cerebral es mayor en las personas que tienen muchos amigos 'reales'.

Los investigadores también examinaron si existía una relación entre el tamaño de la red de amigos en línea y en el mundo real. Para ello, un grupo de voluntarios respondió a preguntas como "¿A cuánta gente puede enviar un mensaje de texto acerca de la celebración de un evento (cumpleaños, un nuevo trabajo, etc)?", "¿Cuántos amigos tiene en su agenda? y "¿Con cuántos amigos del colegio o de la Universidad podría mantener ahora una charla?".

Las respuestas indican que el tamaño de sus redes de línea se relaciona con el tamaño de sus redes del mundo real. "Nuestros hallazgos respaldan la idea de que la mayoría de los usuarios de Facebook utilizan el sitio para apoyar sus relaciones sociales ya existentes, manteniendo o reforzando estas amistades, y no sólo para crear redes de nuevos amigos virtuales", explica el profesor Geraint Rees, codirector de la investigación, que añade que estos trabajos también pueden ser útiles para comprender mejor algunas enfermedades neurológicas y psiquiáricas.

El doctor John Williams, director de Neurociencia y Salud Mental del Wellcome Trust, subraya que: "No podemos escapar a la ubicuidad de la Internet y su impacto en nuestras vidas, pero entendemos muy poco de su impacto en el cerebro. Este nuevo estudio muestra cómo las investigaciones bien diseñadas pueden ayudar a comenzar a entender si nuestros cerebros se están adaptando a los desafíos planteados por los medios de comunicación social".