Con una ceremonia oficial en una base militar próxima al aeropuerto de Bagdad, en la que estuvo presente el secretario de Defensa estadounidense, Leon Panetta, las tropas norteamericanas escenificaron su partida de Irak, que se completará el próximo 31 de diciembre con la retirada de los 4.000 efectivos que todavía están concentrados en algunas provincias del sur.
La base de Iman Alí en la ciudad de Al Nasiriya y el aeropuerto de Basora, ambos en el sur del país, son los últimos dos puntos con presencia militar estadounidense, después de que ayer se retiraran las tropas de la base de Iko, en la ciudad de Diwaniya, 180 kilómetros al sur de Bagdad.
Durante su discurso de hoy, Panetta aseguró que "el sueño de un Irak independiente y soberano es ya una realidad" y subrayó que EEUU mantendrá una presencia diplomática significativa y cooperará en asuntos de seguridad para garantizar la estabilidad política en el país.
"EEUU será siempre un amigo y compañero comprometido de Irak", señaló Panetta, para quien el fin de la presencia estadounidense en suelo iraquí da la bienvenida a "la nueva etapa de los lazos entre ambos países".
El titular de Defensa afirmó que la seguridad y los asuntos sociales, económicos y políticos serán los principales retos a los que deberá enfrentarse Irak, tras la guerra que comenzó tras la invasión aliada, en marzo de 2003, y en la que fallecieron más de 4.400 estadounidenses y decenas de miles de iraquíes.
"Nunca olvidaremos las lecciones de la guerra ni olvidaremos los sacrificios de más de un millón de hombres y mujeres estadounidenses, así como de sus familias", manifestó Panetta, en referencia a los soldados de EEUU que han pasado por Irak en sucesivas rotaciones.
Entre los logros alcanzados durante estos años por las tropas estadounidenses, en colaboración con las iraquíes, Panetta enumeró el descenso de los niveles de violencia, el debilitamiento del grupo terrorista Al Qaeda y la mejora de la situación de la educación y la economía.
El comandante de las fuerzas estadounidenses en el país, Lloyd Austin, declaró que "el Ejército americano ha puesto fin a las amenazas terroristas en todas las zonas de Irak", si bien la seguridad y los continuos atentados siguen siendo una de las principales preocupaciones de los iraquíes.
El vicepresidente de Irak, Tareq al Hashemi, declaró en un comunicado que "la gente de la calle está preocupada por lo que sucederá después de la retirada, por lo que debemos asegurar que estaremos a la altura de las circunstancias y dispuestos a reafirmar la unidad nacional".
El fin de esta etapa se hizo notar en las calles del país y, ya ayer, miles de iraquíes celebraban en Faluya, 50 kilómetros al oeste de Bagdad, la retirada de EEUU después de que esta ciudad fuese uno de los principales focos de la violencia entre insurgentes y norteamericanos tras la invasión de Irak.
El funcionario Emar Hasan dijo a Efe que "la retirada estadounidense es un gran momento" de la historia moderna de Irak porque es "un paso importante en la senda de la recuperación de la soberanía".
"Estoy feliz y contento por la salida de las tropas y por el fin de la ocupación militar", declaró.
La guerra en Irak, que en abril de 2003 consiguió desalojar a Sadam Husein del poder, continuó después con enfrentamientos de las tropas estadounidenses contra insurgentes y terroristas.
Poco después de la llegada al poder del presidente de EEUU, Barack Obama, la firma de un acuerdo en diciembre de 2008 sentó las bases para la retirada militar de Irak.
Dicho proceso ha estado envuelto en la incertidumbre hasta las últimas semanas, cuando ambas partes negociaron sobre la posibilidad de que un número reducido de soldados permaneciera en el país para entrenar a fuerzas iraquíes.
Entonces, la negociación fracasó por la falta de acuerdo en torno a puntos clave como la inmunidad de ese grupo.
Ya el 1 de septiembre de 2010, Washington anunciaba el fin de la llamada operación "Libertad Iraquí", tras la salida del último batallón de combate norteamericano.
La nueva etapa, que pasó a denominarse "Nuevo Amanecer", es la que ahora EEUU da por finalizada y que se consumará el próximo 31 de diciembre con la retirada del último soldado estadounidense de Irak.