WASHINGTON, 13 Septiembre 2012 (EUROPA PRESS) - El prestigioso diario estadounidense 'The Wall Street Journal' ha puesto en duda la existencia del director Sam Bacile, un estadounidense con nacionalidad israelí al que la prensa norteamericana había presentado como el autor de la polémica película 'La inocencia de los musulmanes', una cinta que ridiculiza la figura del profeta Mahoma y cuyo trailer ha sido el detonante de las protestas en Egipto, Libia y Yemen frente a las legaciones diplomáticas norteamericanas.
En un artículo titulado 'Tras el vídeo, una maraña de preguntas', el rotativo ha asegurado que nadie ha podido encontrar en ningún registro oficial datos de Sam Bacile y que los intentos por contactar con esa persona por parte de los medios de comunicación han sido infructuosos.
"La violencia ha sido real pero el detonante para tener una mezcla de medias verdades y tergiversaciones diseñadas para ocultar la identidad del director y los objetivos del proyecto", ha asegurado el periódico norteamericano.
El rotativo ha relatado que uno de sus redactores entrevistó por teléfono el martes por la noche a un individuo que se identificó como Sam Bacile y que dijo ser un promotor inmobiliario de California. El hombre, de 52 años de edad, se presentó como el autor de la polémica cinta y aseguró que tenía doble nacionalidad, estadounidense e israelí, y que consiguió financiar su proyecto con donantes judíos.
El trailer de la película que ha generado la ola de protestas en Egipto, Libia y Yemen, según el diario, permanece registrado desde comienzos de julio en la página de vídeos YouTube con el título 'Muhammad Movie Trailer' y con una referencia a Sam Bacile como autor.
La difusión de las imágenes comenzó la semana pasada cuando un activista de Washington decidió enviar a los medios de comunicación un correo electrónico con un enlace al vídeo y la convocatoria para la presentación de la película con el pastor fundamentalista Terry Jones.
Tanto las autoridades israelíes como las estadounidenses no han logrado encontrar datos de ningún hombre identificado como Sam Bacile en sus registros. El propio diario 'The Wall Street Journal' intentó volver a conversar el miércoles con el hombre que se había identificado como Bacile y el teléfono móvil estaba desconectado.
Los periodistas decidieron entonces investigar su número de teléfono y averiguaron que correspondía a un hombre con domicilio en la localidad de Cerritos, en California, e identificado como Nakula Basseley Nakula. Cuando un reportero decidió visitar ese domicilio, le recibió un joven que le comunicó que Nakula vivió allí anteriormente pero ya no lo hacía.
El diario estadounidense ha descubierto posteriormente que una empresa de casting para actores tiene registrados a dos productores, uno identificado como Sam Basselley y otro como el nombre de Nakula. El descubrimiento de este dato ha llevado a los periodistas a hablar con varios actores que han reconocido haber participado en la película 'La inocencia de los musulmanes' pero todos han coincidido en denunciar que el guión ha sido manipulado y sus voces dobladas con unos diálogos que no corresponden con la historia que ellos interpretaban.
Por su parte, la agencia de noticias Associated Press informó el miércoles de que había localizado un teléfono móvil vinculado a Sam Bacile en la zona de Los Ángeles (California) y que realmente pertenecía a Nakula. La agencia estadounidense logró contactar con ese hombre, que se identificó como el director de la polémica película, dijo ser un cristiano copto y negó que él fuera el auténtico Sam Bacile.
De acuerdo con documentos de la Fiscalía de Los Ángeles, un hombre llamado Nakula Nakula cumplió 21 meses de prisión por fraude bancario. En los documentos, el individuo aparece citado con los alias Mark Basseley Yusef y Yusef M. Basseley. El abogado que defendió a Nakula ha rechazado hacer comentarios.
"La violencia ha sido real pero el detonante para tener una mezcla de medias verdades y tergiversaciones diseñadas para ocultar la identidad del director y los objetivos del proyecto", ha asegurado el periódico norteamericano.
El rotativo ha relatado que uno de sus redactores entrevistó por teléfono el martes por la noche a un individuo que se identificó como Sam Bacile y que dijo ser un promotor inmobiliario de California. El hombre, de 52 años de edad, se presentó como el autor de la polémica cinta y aseguró que tenía doble nacionalidad, estadounidense e israelí, y que consiguió financiar su proyecto con donantes judíos.
El trailer de la película que ha generado la ola de protestas en Egipto, Libia y Yemen, según el diario, permanece registrado desde comienzos de julio en la página de vídeos YouTube con el título 'Muhammad Movie Trailer' y con una referencia a Sam Bacile como autor.
La difusión de las imágenes comenzó la semana pasada cuando un activista de Washington decidió enviar a los medios de comunicación un correo electrónico con un enlace al vídeo y la convocatoria para la presentación de la película con el pastor fundamentalista Terry Jones.
Tanto las autoridades israelíes como las estadounidenses no han logrado encontrar datos de ningún hombre identificado como Sam Bacile en sus registros. El propio diario 'The Wall Street Journal' intentó volver a conversar el miércoles con el hombre que se había identificado como Bacile y el teléfono móvil estaba desconectado.
Los periodistas decidieron entonces investigar su número de teléfono y averiguaron que correspondía a un hombre con domicilio en la localidad de Cerritos, en California, e identificado como Nakula Basseley Nakula. Cuando un reportero decidió visitar ese domicilio, le recibió un joven que le comunicó que Nakula vivió allí anteriormente pero ya no lo hacía.
El diario estadounidense ha descubierto posteriormente que una empresa de casting para actores tiene registrados a dos productores, uno identificado como Sam Basselley y otro como el nombre de Nakula. El descubrimiento de este dato ha llevado a los periodistas a hablar con varios actores que han reconocido haber participado en la película 'La inocencia de los musulmanes' pero todos han coincidido en denunciar que el guión ha sido manipulado y sus voces dobladas con unos diálogos que no corresponden con la historia que ellos interpretaban.
Por su parte, la agencia de noticias Associated Press informó el miércoles de que había localizado un teléfono móvil vinculado a Sam Bacile en la zona de Los Ángeles (California) y que realmente pertenecía a Nakula. La agencia estadounidense logró contactar con ese hombre, que se identificó como el director de la polémica película, dijo ser un cristiano copto y negó que él fuera el auténtico Sam Bacile.
De acuerdo con documentos de la Fiscalía de Los Ángeles, un hombre llamado Nakula Nakula cumplió 21 meses de prisión por fraude bancario. En los documentos, el individuo aparece citado con los alias Mark Basseley Yusef y Yusef M. Basseley. El abogado que defendió a Nakula ha rechazado hacer comentarios.
Director de película anti-Islam no existe, según The Wall Street Journal
WASHINGTON, 13 Septiembre 2012 (El País) - A medida que crece la tensión en Egipto, Libia y Yemen, se hace más difícil saber quién está realmente detrás de la película que se burla de Mahoma y que ha desatado la ola de ataques contra las misiones diplomáticas estadounidenses en los países árabes. Porque su supuesto autor, Sam Bacile, un israelí-estadounidense residente en California, cineasta y agente inmobiliario, según informó The Wall Street Journal, no existe.
Sam Bacile es un hombre inventado. No solo porque el ministerio de Asuntos Exteriores de Israel había asegurado a la cadena CNN que no sabía quién era, sino porque así lo ha confesado Steve Klein, uno de los productores de la película. Klein, un habitante de California, que se ha identificado como asesor del largometraje que parodia la vida del fundador del islam en una entrevista en la cadena CBS, ha dicho que Bacile “es un nombre ficticio” y que la persona que está detrás de él no es israelí. Además, según ha constatado CBS, los registros de California muestran que nadie con ese nombre tiene una licencia como agente inmobiliario en el Estado.
Según The New York Times, Klein es un vendedor de seguros que vive en Helmet, una pequeña localidad a dos horas en coche de Los Ángeles. Veterano de la guerra de Vietnam, Klein, que casi pierde a un hijo en la guerra de Irak al ser herido en un ataque, ha protagonizado varios episodios antimusulmanes en California. Sus acciones contra la religión del profeta Mahoma se han registrado en colegios, calles y medios de comunicación. De hecho, ha tenido un programa semanal que se emitía en la radio cristiana en Oriente Próximo. Y no tardó en proclamar el éxito de la película, que buscaba mostrar la “infamia del mundo árabe” y “la violencia” del islam. “Hemos llegado al público que queríamos llegar”, ha dicho en una entrevista.
Según ha dicho el propio Klein, la cinta se había estrenado en un pequeño cine de Hollywood el pasado verano, sin especificar cuál, pero The New York Times no ha podido confirmar este hecho. Tanto la industria como los sindicatos de Hollywood han dicho que no tienen nada que ver con esta película. La asociación de directores ha dicho que no reconoce a ninguno de los actores que aparecen en el polémico largometraje. Por su parte, una de las actrices que sale en la cinta ha dicho en una entrevista que se siente engañada, triste y enfadada porque lo que se ha emitido no tiene que ver con lo que rodó, tanto que pensaba que había participado en una película llamada Desert Warriors, dirigida por “Sam Basil”, y no en Innocence of Muslims (Inocencia de los musulmanes), la grotesca cinta que suscitó el asalto al consulado de EE UU en Bengasi que terminó con la muerte de cuatro personas, entre ellas el embajador norteamericano.
La confusión no ha hecho más que dispararse. The New York Times apunta a la conexión de Klein con la comunidad copta cristiana en Los Ángeles para entender cómo una película aficionada, que no ha dejado rastro en EE UU, llegue al corazón del mundo árabe, y a ojos del resto del planeta. Morris Sadek y su Asamblea Nacional Copta Americana elogiaron la cinta y la colgaron en su página web. Luego, la traducción del tráiler de 14 minutos al árabe y su difusión a través de Twitter y de las televisiones cristianas árabes que desde EE UU transmiten vía satélite consiguieron que los medios audiovisuales egipcios retomasen la información, y se encendiese la mecha de una ola de protestas en el mundo árabe que amenaza con cambiar la política exterior de Estados Unidos en la región más delicada del planeta.
Fotos: Agencias