RIO DE JANEIRO, 10 marzo 2009 (AFP).- Un ama de casa de 65 años descubrió durante un cortejo fúnebre en el norte de Brasil que el cuerpo que iba a sepultar no era el de su marido, que según el hospital donde estaba internado había fallecido, y ahora no sabe si es viuda pues desconoce lo que pasó, según el sitio informativo local G1.
Sebastiana Cunha, que vive en la pequeña ciudad de Araguaná (Estado de Tocantins), busca a su esposo, el labrador José Barbosa (44), tras descubrir el lunes que el cuerpo que estaba en el féretro para ser enterrado no era el de él.
Barbosa fue internado en un hospital para enfermedades tropicales en Araguana supuestamente por tuberculosis y luego fue dado por muerto, por lo que los médicos aconsejaron que el ataúd fuese sellado para su sepultura.
Sin embargo, durante el cortejo la familia y amigos luego tuvieron dudas debido al peso y tamaño del féretro y mandaron abrirlo: "El cajón estaba muy pesado, también era demasiado chico, porque mi marido era alto y delgado", dijo la mujer.
Los médicos del hospital alegaron que la familia no reconoció al difunto porque éste se había cortado el cabello y la barba. La mujer rechazó ésto al señalar que el otro cuerpo no tenía nada en común físicamente y además exhibía una herida en la espalda, mientras su marido fue internado con neumonía.
La policía ahora intenta ubicar a Barbosa y dispuso mantener el cuerpo para pericias que permitan identificarlo.
"No me siento viuda porque aún no sé donde está mi marido", enfatizó Cunha.