jueves, 15 de abril de 2010

Obama vislumbra misión a Marte

CABO CAÑAVERAL, 15 abril 2010 (EFE).- El presidente Barack Obama dijo el martes que está ''comprometido al 100% con la NASA y su futuro'', y aseguró que en el transcurso de su vida, Estados Unidos enviará una misión tripulada a Marte.

Obama delineó los planes de gasto federal para que más empresas privadas se involucren en la exploración espacial, ante el final próximo del programa de los transbordadores espaciales. El mandatario avizoró que para el 2025, la exploración espacial estadounidense llegará más allá de la Luna, hacia otros confines del Sistema Solar.

El reto está dado, pero antes habrá que trabajar muy duro para crear naves mejores y más rápidas y, sobre todo, evitar que las personas que se monten en ellas acaben muertas o locas, en un viaje que les tendrá años confinados en una lata flotante y expuestos a intensas dosis de radiación nociva. Estos son algunos de los mayores obstáculos a superar:

Aislamiento. Ningún humano pasó tanto tiempo en el espacio como el que requerirá un viaje a Marte. A la pérdida de masa ósea y muscular que provoca la ausencia de gravedad, hay que unir el riesgo de que la tripulación sufra daños psicológicos provocados por el aislamiento.

Radiación. Los astronautas que viajen a Marte serán los primeros en pasar años expuestos a la radiación cósmica y las tormentas de viento solar, de las que nos protege la ionosfera terrestre. Un estudio llevado a cabo con la sonda Mars Odyssey desde la órbita del planeta rojo estimó que la radiación allí es 1.000 veces superior a la de nuestro planeta. Durante el viaje, además, la nave tendrá que soportar numerosas tormentas de partículas provenientes del Sol, que dañarían gravemente a la tripulación si no están protegidos.

Motores. Aún no se decidió qué tipo de naves llevarán astronautas a Marte, pero una de las opciones más viables, aunque también más polémicas, sería usar un reactor nuclear como medio de propulsión.

Relaciones. Los diseños preliminares de una misión tripulada a Marte cuentan con un grupo de seis personas de ambos sexos. Aunque no es un tema del que suela hablarse, parece lógico plantearse que puedan surgir relaciones sexuales y las habituales tensiones psicológicas que se deriven de ellas. Celos, pasiones y conflictos entre miembros de la tripulación podrían poner en riesgo su vida, y aún peor sería la posibilidad de que se produjera un embarazo en el espacio.

Voluntad política. Los planes de EEUU están, a día de hoy, abiertos a una colaboración internacional, pero en un sentido muy estricto: la NASA llevará la mayor parte del peso –y el gasto- de la misión, mientras que otras agencias podrán unirse al proyecto como socios secundarios. Existe la oportunidad de que China sea un posible socio, y no así a Europa, que hoy en día no tiene capacidad de enviar humanos al espacio.


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