CÓRDOBA, 16 julio 2010 (El Clarín).- La bochornosa historia desató una batería de acusaciones cruzadas entre la Justicia y el Servicio Penitenciario de Córdoba: por un error casi infantil, en vez de liberar a un preso que había accedido a ese beneficio, liberaron a otro del mismo nombre.
Todo comenzó el martes al mediodía. Cristian Sebastián Pérez fue trasladado desde la cárcel de Bouwer hacia la sede de Tribunales II, en Córdoba capital. Ingresó custodiado a la secretaría del fiscal Raúl Garzón, tomó asiento y, de repente, se encontró con una inesperada buena noticia : “Usted queda en libertad”, le dijeron. Este joven de 22 años, que estaba detenido por ser el supuesto autor de un robo calificado , firmó el acta y salió caminando.
Unas horas después, las autoridades judiciales y los guardiacárceles se dieron cuenta de que le habían otorgado la libertad a un preso equivocado. “Esto es una casualidad. Nunca ocurren cosas así. Estamos hablando de dos personas que tienen el mismo nombre , son parecidos físicamente y tienen caso la misma edad”, explicó el fiscal Garzón, intentando justificar el gravísimo error. “Nosotros no tuvimos nada que ver”, se desentendió un alto jefe del Servicio Penitenciario en diálogo con Clarín .
El otro Cristian Sebastián Pérez, de 25 años, había sido detenido unas semanas atrás por “lesiones y resistencia a la autoridad”. También se encontraba alojado en la cárcel de Bouwer. El jueves, alrededor de las 8 de la mañana, personal policial detuvo al preso liberado por error. Según el comisario Sergio Comugnaro, “no ofreció resistencia”.