viernes, 16 de julio de 2010

Playboy se queda sin una de sus consejeras en pleno alboroto

MADRID, 16 julio 2010 (El Economista.es).- Playboy se ha quedado un tanto descompuesta. La salida sin previo aviso de una de las consejeras de su consejo de adminsitración, Russ Pillar, en plena batalla por el control de la compañía, ha pillado por sorpresa a muchos de los miembros del órgano de administración.

Pillar, que se incorporó al consejo de la empresa en el año 2003, ha dado por finalizada su etapa dentro de Playboy por no sentirse "capaz" de continuar adelante con su labor, señalando además que su decisión no ha sido causada por algún tipo de desacuerdo en el seno del consejo.

Algo que por otra parte no sería del todo extraño. El imperio levantado por Hugh Hefner se tambalea por el impacto que Internet ha tenido sobre el modelo de negocio, a lo que ha venido a dar la puntilla la crisis publicitaria. Con todo, aunque la compañía está entre la espada y la pared, no está sóla. Penthouse ha ofrecido 210 millones de dólares por ella para tratar de arrebatársela a Hefner, que también ha movido ficha para tratar de aglutinar su control.

Batalla por el control

La oferta de FriendFinder, la editora de la que durante tantos años ha sido la principal competidora de Playboy, ha superado a la ofrecida la semana pasada por Hefner, que valoró el 100 por cien de la compañía en 184 millones de euros. La intención del fundador de la publicación, que controla el 69,5 por ciento del capital de la empresa, que cotiza en la bolsa de Nueva York desde 1971, pasa por aglutinar el 100 por cien de las acciones que conceden derechos políticos, de las que sólo posee alrededor del 27 por ciento. Hefner habría ofrecido 5,5 dólares por acción.

Sin embargo, los intentos del fundador por salvar una de las marcas más conocidas del mundo no pasan precisamente por una venta o una integración, ya que su interés radica en que la revista continúe siendo independiente. Por su parte, FriendFinder, la editora de Penthouse, anunciaba en un comunicado que "su propuesta es buena para los intereses de Playboy Enterprises y sus accionistas porque proporciona una base para el futuro crecimiento de la marca Playboy y el ensalzamiento del legado Playboy".

De hecho, Friend Finder estaría dispuesta a permitir que Hefner continuase reteniendo el control de la redacción, además de permitirle seguir viviendo en la famosa Mansión.

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