miércoles, 15 de septiembre de 2010

La historia de México contada por los artesanos

CIUDAD DE MÉXICO, 15 septiembre 2010 (El Universal).- Las conspiraciones que realizaban Ignacio Allende, José Miguel Domínguez, Josefa Ortiz de Domínguez y Miguel Hidalgo y Costilla; el Grito de Independencia; la firma del Acta de Independencia; la Batalla de Puebla y la presidencia de Porfirio Díaz son algunos de los sucesos que conforman la exposición El Tren de la Historia que presenta el Museo de Arte Popular (MAP) de la ciudad de México.

En total se muestran 35 episodios ocurridos entre 1808 y 1923 representados en vagones, uno por suceso, que forman un tren en miniatura. Las piezas fueron realizadas por más de 30 artesanos mexicanos de estados como Sonora, Michoacán, Oaxaca, Nayarit, Jalisco, Yucatán, Puebla, Estado de México y Distrito Federal.

El director del MAP, Walther Boelsterly Urrutia, mencionó en una entrevista que el objetivo de la exhibición es “que el público vaya viviendo cada uno de los hechos que marcaron la historia de México, en el marco del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución, interpretados por las manos de los artesanos”.

El proyecto comenzó a tomar forma a partir del primer semestre del 2009 y se espera que el 20 de noviembre, en el aniversario de la Revolución, se coloque el vagón que complete el tren.

La máquina inició su marcha haciendo una remembranza de 200 años de cultura y tradición. A lo largo de su recorrido va mostrando a un México envuelto en triunfos y derrotas bélicas, en epopeyas y fracasos; así como el protagonismo y muerte tanto de héroes emblemáticos en su historia y de villanos antipatriotas.

Sin que el camino termine, el tren hace una escala en el tiempo para que las manos de un pueblo rico en costumbres, diversidad cultural y creatividad, moldeen su pasado, aquel que le da identidad.

¡Todos a bordo!

Sentado en la locomotora con la canana cruzándole por el pecho y portando un emblemático sombrero, una calavera de 30 centímetros y huesos de cartón guía al resto de la tripulación que, al igual que ella, tiene la misma complexión esquelética.

Los pasajeros que quieran unirse al viaje comenzarán por retroceder a 1808 para conocer a Francisco Primo de Verdad, Juan Francisco de Azcárate y Gabriel Yermo, quienes junto a otros personajes fueron los primeros en señalar que la soberanía residía esencialmente en el pueblo.

Estos personajes están hechos de cerámica estofada, pintura al temple de huevo, y esgrafiados en barro de Oaxaca.

La siguiente parada es para participar en la conspiración junto con Ignacio Allende, José Miguel Domínguez, Juan Aldama, Josefa Ortiz de Domínguez y Miguel Hidalgo y Costilla, quienes se encuentran en la casa del presbítero José María Sánchez. Con el cuerpo tallado en madera, cartón y fierro forjado, los conspiradores planean el golpe que les dará libertad.

Después se revivirá el momento en que José María Morelos y Pavón convocó a los participantes más destacados del movimiento insurgente para instaurar un gobierno supremo que representara la soberanía de la nación y defendiera sus intereses, mismos que se plasmaron en el Acta de Independencia y en Sentimientos de la Nación, obra en madera y hoja de oro.

Como fiel línea del tiempo, los rieles continúan la travesía de 1810 a 1818 acogiendo en sus furgones a heroínas de cartón -Josefa Ortiz de Domínguez, Leona Vicario y Gertrudis Bocanegra-, así como al primer presidente de México, Guadalupe Victoria, quien ocupa en este tren de la historia una imponente silla presidencial elaborada en papel aglutinado.

Con escritos como el Plan de Iguala, la Ley de Desamortización de Fincas Rústicas y Urbanas y las Constituciones de 1824 y 1857, escenificados con papel amate, cartón y arte huichol, se cubren las paredes que alguna vez fueran testigo de las batallas que libraron los mexicanos en pos de la equidad y la justicia.

Recorriendo los pasajes, algunos se tiñen de rojo, como en la Guerra con Estados Unidos, enfrentamiento ocurrido el 8 de septiembre de 1847, entre el ejército mexicano y el estadounidense. Misma que culminó en un enfrentamiento legendario -escena en papel recortado-, conocido como la Batalla del Castillo de Chapultepec, el 13 de septiembre del mismo año.

La siguiente parada se sitúa el 5 de Mayo de 1862 en la Batalla de Puebla. El vidrio recortado con el que se reprodujo, simboliza las destrozadas columnas del general Conde de Lorencez en la Hacienda de los Álamos, en donde Porfirio Díaz y su ejército combatieron a los franceses.

La marcha sigue en 1864, cuando Maximiliano, ante la adulación de los conservadores y alentado por Carlota, aceptó la corona del Segundo Imperio Mexicano.

En la siguiente escena hecha de cartón y pintura se representa al México de 1876, en el que las monarquías y el gobierno por parte de otras naciones cesaron con la llegada de Porfirio Díaz a la presidencia.

El último vagón presenta los asesinatos de Madero, Pino Suárez, Villa, Zapata y Carranza, personajes hechos de barro, alambre, papel, cartón y hojalata. Parada detrás de este convoy se encuentra una mujer envuelta en mantos blancos y tomada de la mano de un niño; levantando la bandera de México, en señal de victoria.

La muestra El Tren de la Historia está abierta de martes a domingo.