lunes, 15 de noviembre de 2010

Obama termina su gira por Asia saboreando un helado bajo un Buda gigante

TOKÍO, 15 noviembre 2010 (AFP).- La intensa gira por Asia del presidente estadounidense, Barack Obama, terminó este domingo con una nota agradable cuando saboreó un helado de té verde bajo la mirada plácida de un Buda gigante.

Después de un viaje de nueve días que lo llevó a cuatro países durante el cual se enfrentó a las críticas de sus interlocutores del G20, Obama aprovechó unos instantes en una de las antiguas capitales de Japón, Kamakura, que ya había visitado en su infancia.

Una multitud de había congregado en las calles agitando banderas estadounidenses al paso del cortejo presidencial en esta ciudad de los alrededores de Tokio.

Obama se dirigió directamente hasta el Buda de Kamakura, una monumental estatua de bronce de 13 metros de altura. Recibido por el monje del templo, excepcionalmente prohibido para el público y reservado para los avanzados espiritualmente, el presidente estadounidense mostró con la mano el tamaño que tenía a los seis años, cuando llegó por primera vez al pie de la estatua prohibida.

Después de haber marchado en silencio en torno al Buda, escribió un breve mensaje en el libro de honor del templo: "Es maravilloso volver ante este gran tesoro de la cultura japonesa. Su belleza me impregnó durante años".

El año pasado, durante una anterior visita a Japón, Obama había relatado su viaje a Kamakura cuando era niño, bromeando por el hecho de que en aquella época se había interesado más por el helado japonés al 'macha' (té verde en polvo) que por la cultura.

Este domingo, sus anfitriones japoneses que no había olvidado el detalle, le ofrecieron uno de esos helados cuando salía del templo y se dirigía hacia su helicóptero.

Una etapa reconfortante para Obama antes de volver a Washington, donde después de la rotunda derrota electoral de su partido, deberá enfrentarse a una oposición republicana fortalecida.