LONDRES, 15 noviembre (BBC).- A la Oficina Nacional de Estadísticas de Gran Bretaña, bien conocida por revelar cifras de inflación, desempleo y crimen, pronto se le pedirá que cuantifique algo muy diferente: la felicidad.
El primer ministro David Cameron no oculta su deseo de centrarse más en el bienestar social en lugar de sólo atender el crecimiento económico y ha pedido ayuda a la agencia nacional de estadísticas.
Durante los próximos meses - justo cuando se inicia un duro programa de austeridad del Gobierno - los funcionarios de estadísticas del país desarrollarán una serie de preguntas para medir la calidad de vida de los británicos.
Las respuestas formarán la base de un nuevo indicador que se publicará a intervalos regulares, quizás junto con las cifras del Producto Interno Bruto (PIB).
"Hay una creciente aceptación internacional de que para medir el bienestar y el progreso nacional existe la necesidad de desarrollar una visión más amplia, más que centrarse solamente en el PIB", dijo el jefe de estadísticas nacionales de Gran Bretaña, Jil Matheson.
"Existe una necesidad de utilizar medidas económicas más amplias, indicadores de 'calidad de vida' y el impacto que tiene el progreso sobre el ambiente para evaluar el bienestar nacional", sostuvo.
De ser adoptada, una medición más exhaustiva del progreso podría tener un gran impacto sobre los análisis costo/beneficio de proyectos a favor del medio ambiente, por ejemplo.
Pero varios economistas se muestran escépticos de que tal indicador vaya a ser tomado con seriedad.
"Como concepto es importante. Pero la felicidad no es algo que pueda ser medido en forma directa, así que soy escéptico de cuánto valor agregará", dijo Ross Walker, economista de RBS Financial Markets.
Con un creciente coste de la vida e inminentes recortes del gasto público, el momento del nuevo indicador de felicidad de Gran Bretaña podría poner nerviosos a algunos miembros del Gobierno.
Sin embargo, también podrían tener poco que temer. La mayoría de las encuestas sugieren que hay poca correlación entre la riqueza nacional y la satisfacción personal de la gente.
Francia ya ha recorrido este camino.
En febrero del año pasado, el presidente Nicolas Sarkozy pidió al premio Nobel Joseph Stiglitz, ex asesor de la Casa Blanca y ex economista jefe del Banco Mundial, y a un grupo de expertos internacionales que hallen nuevas formas de medir el progreso económico, teniendo en cuenta el bienestar social.
Foto: London Flower
lunes, 15 de noviembre de 2010
¿Usted es feliz? El Gobierno británico intenta averiguarlo
9:18:00 p.m.
Reino Unido