NUEVA YORK, 3 enero 2011 (New York Times / National Geographic News).- Es uno de los grandes misterios de Stonehenge: ¿Cómo hicieron los britanos de la Era de Piedra para mover lozas de 45 toneladas a lo largo de decenas de kilómetros para crear un círculo de piedras de 4,500 años de antigüedad?
Ahora, una nueva teoría afirma que, aunque los antiguos constructores carecían de ruedas, tal vez tuvieron balines.
Una teoría previa sugería el uso de rodillos de madera – troncos de árboles tallados y colocados uno al lado del otro sobre una superficie dura construida para ese fin. Otra propuso enormes trineos de madera sobre engrasados rieles del mismo material.
Pero los críticos afirman que el gran peso de los rodillos hubiera dejado marcas de muescas, que nunca se han encontrado. Y el sistema del trineo, aunque plausible, hubiera requerido gran cantidad de fuerza humana – cientos de hombres a la vez para mover una de las piedras más grandes de Stonehenge, según un estudio realizado en 1997.
Andrew Young, empero, señaló que las lozas de Stonehenge pudieron haberse deslizado sobre una serie de balines de piedra alineados en rieles acanalados, según una declaración del 30 de noviembre de la Universidad Exeter, Reino Unido, donde Young es candidato a doctor en biociencias.
A Young se le ocurrió la idea cuando notó la presencia de balines de piedra tallada cerca de muchos círculos neolíticos de Aberdeenshire, Escocia.
“Medí y pesé varios de estos balines y noté que todos tienen exactamente el mismo tamaño – alrededor de 70 milímetros de diámetro _, lo que me hizo pensar que debieron haberse tallado para usarse simultáneamente, no separadamente”, dijo a National Geographic News.
Young admitió que sólo se ha encontrado balines en círculos de piedra de Aberdeenshire y las islas Orkney – no en la Planicie de Salisbury, donde está Stonehenge.
Sin embargo, especuló que en sitios sureños, incluyendo Stonehenge, los constructores tal vez preferían balines de madera, que debieron haberse podrido hace mucho tiempo. Por un lado, su tallado es más rápido y, por otro, su transporte es más ligero.
Prueba del concepto
Para probar su teoría, Young modeló a pequeña escala el sistema de balines y rieles.
“Descubrí que podía empujar más de 100 kilogramos de concreto usando solo un dedo”, destacó.
Con ayuda de su supervisor, Bruce Bradley, y con financiamiento parcial de la serie Nova de PBS, Young agrandó hace poco su experimento para ver si el sistema podía usarse para mover una piedra del peso de las de Stonehenge.
Tal como lo esperaban, descubrieron que bastaban siete personas para mover fácilmente una carga de cuatro toneladas – aproximadamente el mismo peso de las piedras más chicas de Stonehenge.
Usando el sistema de balines, dijo Young, “estimo que sería posible cubrir 32 kilómetros diarios” saltando segmentos del camino.
Pero las piedras “sarsen” del círculo interno no pesan cuatro toneladas sino hasta 45. Young sospecha que este sistema de la Era de Piedra pudo haber manejado cargas más pesadas que su sistema experimental.
Por un lado, piensa que la fuerza de arrastre provino de bueyes, no de humanos – idea respaldada por los restos de huesos calcinados de bueyes encontrados en zanjas cercanas a muchos círculos de piedra.
Por otro lado, los viejos bosques de Gran Bretaña todavía no habían sido arrasados hace 4,500 años, así que los constructores hubieran tenido acceso fácil a robles curados. Esta madera dura – fuera del alcance del presupuesto del proyecto moderno – hubiera resultado en un sistema más fuerte y flexible que el construido por los investigadores con “madera verde” y blanda.
El experimento necesita reproducirse a mayor escala
El ingeniero civil Mark Whitby, quien ha participado en otros experimentos de construcción relacionados con Stonehenge, piensa que el método de balines podría servir para piedras más chicas, pero no está convencido de que pueda desplazar una “sarsen”.
“El problema estará cuando la punta de los balines haga fuerza sobre el canelón de madera; lo morderá”, y posiblemente rasgará el riel, dice Whitby, director de la firma londinense Whitby Structural Engineers. “No sería un problema al transportar piedras más ligeras. Pero sí con 30 y 40 toneladas”, subraya.
En cambio, Whitby prefiere la teoría del trineo – e incluso ayudó a demostrar que podría mover una réplica de 40 toneladas de una “sarsen” para una documental de la BBC filmado en 1997.
El arqueólogo David Batchelor, mientras tanto, piensa que la idea de los balines es plausible pero no está completamente convencido.
La técnica “parece ser un avance del método del trineo”, dice Batchelor, de la agencia gubernamental Patrimonio Inglés. “Pero la mayor complejidad necesaria para canalizar los rieles y hacer todos los balines del mismo tamaño me parece mucho trabajo, probablemente innecesario cuando la grasa animal puede hacer el trabajo”, considera.
Young contraataca afirmando que el sistema de trineo, aún con su lubricación de grasa animal, sigue resultando en demasiada fricción.
“Usar balines de madera casi quita la fricción al sistema y constituye un método realmente eficiente para mover cosas pesadas”, acusa.
Aún así, Young comprende que necesita demostrar que el nuevo sistema puede agrandarse para manejar cargas más pesadas. Para ello, el equipo de Young busca financiamiento para repetir el experimento – en esta ocasión con madera más dura, balines de piedra y bueyes.
Fotos: Stonehenge (Agencias)