SANTA MÓNICA, 7 noviembre 2011 (AP).- Ya se trate de cerveza, vino o whisky, las mujeres que ingieren sólo tres bebidas alcohólicas a la semana enfrentan riesgos ligeramente más altos de desarrollar cáncer de mama en comparación con las abstemias, encontró un estudio de más de 100.000 enfermeras estadounidenses.
La conexión entre alcohol y cáncer de seno no es nueva, pero la mayoría de los estudios previos no hallaron un incremento en el riesgo entre mujeres que consumen poco. La investigación nueva proporciona evidencia convincente debido a que rastreó a muchas mujeres por hasta casi 30 años, dijeron expertos.
No obstante, el estudio sólo muestra una asociación entre alcohol y cáncer de pecho; no prueba que su consumo causa la enfermedad. Podría haber alguna otra razón por la cual las mujeres que beben alcohol con moderación parecen estar en mayor riesgo; quizá eran menos activas que las no bebedoras o tenían dietas no saludables, dijo la doctora Susan Love, experta en cáncer de mama y escritora que dirige una fundación de investigación con sede en Santa Mónica, California.
Las mujeres en el estudio, quienes promediaron de tres a seis bebidas por semana durante el transcurso del análisis, tuvieron un 15% más de probabilidades de desarrollar cáncer de mama que las no bebedoras. Ese riesgo significa, por ejemplo, que entre mujeres de cincuenta y tantos años, quienes en promedio enfrentan un riesgo de 2,38% de cáncer de pecho, el beber alcohol con moderación daría como resultado cuatro casos adicionales de ese mal por cada 1.000 mujeres.
Los riesgos se incrementan en 10% por cada 10 gramos de alcohol consumidos diariamente. Eso es igual a poco menos de una botella de 12 onzas (355 mililitros) de cerveza, o un vaso de vino de cuatro onzas (120 ml) o un trago de whisky. El riesgo crecientemente elevado fue un poco más alto que el visto en otros estudios. No hubo diferencia si las mujeres bebían licor, cerveza o vino.
Dado que investigaciones sugieren que beber alcohol con moderación —incluido el vino tinto— puede proteger contra enfermedades cardiacas, decidir si evitar el consumo de alcohol es una decisión personal que debería estar basada en los otros riesgos de cáncer de mama o enfermedad cardiaca de una mujer, señalaron los investigadores.
El estudio aparece en la edición del miércoles de la Revista de la Asociación Médica Estadounidense. Inició en 1980, preguntando a enfermeras sanas mayormente blancas de 30 a 55 años de edad que llenaran periódicamente cuestionarios sobre su estilo de vida y factores de riesgo de cáncer y enfermedad cardiaca. El seguimiento terminó en el 2008 o cuando una mujer moría o era diagnosticada con cáncer.
Los investigadores tomaron en cuenta otros factores de riesgo de cáncer, incluida la edad de inicio de menstruación y menopausia, antecedentes familiares, peso y tabaquismo, y aun así encontraron un vínculo con el alcohol.
Los riesgos más fuertes fueron vistos con el consumo constante acumulativo de alcohol durante el estudio. También se vio un aumento en el riesgo en bebedores en exceso: mujeres que bebían al menos tres tragos diariamente en un mes típico. Los resultados no aplican a mujeres que pudieron haber parrandeado fuertemente durante toda una semana de vacaciones pero que fuera de ello raramente consumen alcohol, dijo la principal autora del estudio, la doctora Wendy Chen, una investigadora del Hospital Brigham para Mujeres y el Instituto del Cáncer Dana-Farber, así como profesora asistente de la Escuela de Medicina de Harvard.
"Nadie debería sentirse culpable por una o dos semanas en particular", señaló Chen.
Los resultados no significan que las mujeres pueden evitar el cáncer de mama al no beber alcohol, y no responden a le pregunta de si las mujeres pueden disminuir su riesgo si dejan de consumirlo, dijo el especialista en cáncer doctor David Winchester, jefe de cirugía oncológica del Sistema de Salud de la Universidad NorthShore en Evanston, Illinois.
Beber alcohol "no es definitivamente una de las explicaciones principales" de por qué se desarrolla en cáncer de mama, indicó. "Es uno de muchos factores contribuyentes", agregó.
El investigador de cáncer Jo Freudenheim señaló que los riesgos vinculados al alcohol, mostrados en este estudio y otros, son mucho más bajos que los asociados al tabaquismo y el cáncer de pulmón.
El estudio "no cambia el panorama, sólo lo enfoca un poco más", añadió Freudenheim, jefe de medicina social y preventiva de la Universidad de Buffalo.