MINA, Arabia Saudí, 6 noviembre 2011 (AP) — Al grito de "¡Dios es grande!", millones de musulmanes apedrearon el domingo pilares que representan al demonio en el segundo día de su peregrinaje anual del hajj, una jornada que también conmemora el inicio de la ferstividad islámica del Eid al-Adha.
Multitudes enormes pasaron por los tres pilares, que ahora se asemejan a muros curvados, en una amplia estructura de concreto de cuatro niveles construida para facilitar el tránsito de los peregrinos, que lanzan piedras al pilar más grande en un rechazo simbólico a la tentación.
El ritual continuará dos días más y los participantes apedrearán los tres pilares. Se efectúa en el valle desértico de Mina y conmemora que Abraham apedreara al demonio, el cual se dice se le apareció tres veces al profeta para tentarlo.
Esta es una de las etapas más peligrosas del hajj, debido a que la aglomeración en torno a los pilares genera el riesgo de una estampida. En 2004 murieron 244 personas y en 2005 otras 360, cuando varios peregrinos se tropezaron con equipajes y los de atrás siguieron empujando.
Los hombres visten túnicas blancas de dos piezas sin costura y las mujeres están cubiertas de la cabeza a los pies, salvo de las manos y el rostro. Todos gritan "¡Dios es grande!" mientras lanzan las piedras.
"Dense prisa, peregrinos", decían las autoridades por altavoces para impedir que las multitudes se aglomeraran cerca de los pilares.
Después, los peregrinos se rasuraron las cabezas o se cortaron un mechón, una tradición que se remonta al mismo peregrinaje que hizo el profeta Mahoma.
Además, es obligatorio matar un cordero o una cabra en representación del cordero que Abraham sacrificó en lugar de su hijo Ismael, aunque los peregrinos pueden realizar este acto en un lugar distinto o en los países de los que provienen.
El domingo también constituye el inicio del Eid al-Adha, en recuerdo de que Abraham estuvo a punto de sacrificar a su hijo.