La policía indicó que los artificieros fueron llamados debido a "inquietud" respecto a cosas encontradas durante el registro de la propiedad del británico de origen iraquí Saad Al Hilli y de su esposa, hallados muertos junto con otras dos personas el pasado miércoles en la zona del lago de Annecy.
"Se está llevando a cabo una evaluación de unos artículos encontrados en esa dirección como medida de precaución", precisó una portavoz de la policía de Surrey, que alberga la próspera localidad de Claygate, donde se encuentra la casa, a unos 40 kilómetros de Londres.
Una fuente próxima a la investigación indicó que se hallaron "sustancias potencialmente explosivas" y, sin precisar de qué materiales se trataba, agregó que llevaban a cabo un proceso de verificación.
Un camión de los artificieros del Royal Logistics Corps, que estaba aparcado desde la mañana frente a la casa, abandonó el lugar después del mediodía, según un fotógrafo de la AFP.
El cadáver de Saad Hilli, un ingeniero de 50 años de origen iraquí, fue descubierto el miércoles de la semana pasada junto con el de su esposa Iqbal y el de la madre de ésta dentro de su automóvil en un camino forestal cerca del pueblo de Chevaline, en la zona del lago de Annecy, en los Alpes franceses, donde la familia estaba de vacaciones.
La abuela materna de las niñas, una mujer de 74 años también de origen iraquí y residente en Suecia, fue formalmente identificada en las últimas horas.
Junto al vehículo había igualmente un ciclista francés de 45 años, presunta víctima colateral de lo que parece ser la ejecución de toda una familia.
Las dos hijas pequeñas de la pareja, de 4 y 7 años, sobrevivieron a la masacre, pero la mayor resultó gravemente herida y continúa hospitalizada en la ciudad de Grenoble (este).
Mientras la investigación continúa en los dos países, los investigadores franceses esperan poder escuchar en los próximos días el testimonio de la mayor de las dos hermanas, Zainab al Hilli, que la víspera salió del coma artificial pero continúa siendo tratada con sedantes.
Zainab, que fue violentamente golpeada en la cabeza y recibió un balazo en el hombro durante la matanza, es considerada un testigo esencial, ya que vio a la o las personas que mataron a sus padres y a su abuela.
Su pequeña hermana Zeena, que escapó indemne ocultándose bajo las piernas de su madre y no vio nada, volvió el domingo a Inglaterra con dos parientes.
Por su parte, el hermano de Said al Hilli, Zaid, prestaba declaración en calidad de testigo por tercer día consecutivo en el Reino Unido, según una fuente próxima a la investigación.
Zaid Al Hilli se presentó voluntariamente a la policía el jueves, y ya fue interrogado el sábado y el domingo.
Hasta ahora, sin embargo, no se ha filtrado ninguna información sobre el contenido o incluso el lugar donde se llevan a cabo los interrogatorios de esta investigación franco-británica.
Los investigadores buscan aclarar unas informaciones relativas a un posible conflicto financiero entre los dos hermanos y tratan de obtener pistas que les permitan dilucidar esta misteriosa matanza.
Foto: Escena del crimen (Agencias)
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