NUEVA YORK, 11 septiembre 2011 (Reuters).- Parte de las conversaciones mantenidas por controladores aéreos, pilotos y autoridades militares durante el ataque contra las Torres Gemelas 9/11 reflejan el caos y terror que se produjo durante los atentados, según se desprende de las grabaciones divulgadas por primera vez sin censuras.
“¿Puedes mirar por tu ventana? ¿Ves a una persona (por el piloto de un avión) a unos cuatro mil pies? ¿Te parece también está bajando al edificio?”, pregunta una persona no identificada a un trabajador del centro que controla por radar el tráfico aéreo de Nueva York, según una de las grabaciones.
La persona que hablaba con la torre de control quería saber qué tipo de avión era, pero no hubo tiempo de que le facilitaran el dato porque el vuelo 175 de United embistió en ese momento contra la Torre Sur del World Trade Center, según las transcripciones recopiladas por la Universidad de Rutgers y publicadas por The New York Times.
“Otro avión ha chocado contra el edificio. ¡Caramba!. Otro acaba de chocar. Otro acaba de chocar contra el World Trade”, se escucha de fondo en la grabación, en la que se puede oír también a personas gritando, en el mismo momento en que el segundo avión impactó contra la segunda de las Torres Gemelas.
Las grabaciones ofrecen un relato minuto a minuto del periodo comprendido entre el secuestro de los cuatro aparatos involucrados en los atentados y el momento en que se estrellaron contra las Torres Gemelas en Nueva York, el Pentágono en Washington y un campo del estado de Pensilvania.
Las conversaciones, parte de cuyo contenido ya había sido hecho público con anterioridad, evidencian que las autoridades no estaban preparadas para unos ataques de tal magnitud y demuestran el caos de aquellos fatídicos minutos entre los controladores, que no sabían qué pasaba con los aviones, dónde estaban ni adónde se dirigían.
Por ejemplo, cuando la torre de control del aeropuerto de Boston advirtió “tenemos, esto, un problema. Tenemos un avión secuestrado de camino a Nueva, Nueva York, y necesitamos que alguien despache unos F-16 o algo para ayudarnos”, la respuesta de las autoridades federales fue: “¿Esto es real o un ejercicio?”.
Según otra de las grabaciones, un controlador aéreo de la Gran Manzana quería saber si la Administración Federal de Aviación (FAA) estaba coordinando la situación para enviar cazas a perseguir los aparatos secuestrados, e incluso derribarlos. “La cosa se está complicando y necesitamos que se involucren los militares”, alertó.
Un oficial del FAA se limitó a preguntar, “¿Por qué? ¿Pasa algo?”, a lo que el controlador sentenció: “Ponme con alguien que tenga la autoridad para poner en el aire a los militares, ya.”
De las transcripciones sólo se eliminaron dos conversaciones. La primera, por respeto a las familias de los pasajeros, recoge los mensajes de socorro de dos azafatas del vuelo 11 de American Airlines, que esa mañana había despegado de Boston rumbo a Los Ángeles, pero terminó chocando contra la Torre Norte.
El segundo segmento, censurado por razones de seguridad nacional, es una grabación secreta de una reunión entre el entonces vicepresidente, Dick Cheney, el ex secretario de Defensa Donald Rumsfeld y el general Richard Myers, que en ese momento encabezaba la Junta de Jefes de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.
“La historia de aquel día, del 9/11, está mejor contada en las voces del 9/11”, declaró al diario neoyorquino el coronel retirado Miles Kara, quien ayudó a la universidad a clasificar las conversaciones y colaboró con la comisión parlamentaria oficial que investigó los atentados.
Kara auxilió a su compañero en la Comisión del 11-S, John Farmer, a rastrear los documentos en los Archivos Nacionales, que estaban completos en 2004 pero que no pudieron ser publicados antes de que el panel terminara ese año sus trabajos porque todavía no contaba con autorización legal para divulgarlos en su totalidad.