Obama y Medvédev escapan a comer hamburguesas

WASHINGTON, 24 junio 2010 (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se llevó este jueves a su colega ruso, Dmitri Medvédev, a almorzar a una hamburguesería, en lugar de comer juntos en la Casa Blanca como estaba previsto en el programa oficial.

Obama quería que el presidente ruso, con el que se reunió durante una hora en la Casa Blanca, probara un almuerzo típico estadounidense.

Ante el intenso calor que vive Washington, cercano a los 40 grados Celsius, el presidente estadounidense, en mangas de camisa, abordó su comitiva motorizada junto a Medvédev para trasladarse a un establecimiento especializado en hamburguesas de alta calidad en Arlington, al otro lado del río Potomac.

Ambos ocuparon una mesa para dos, mientras en una mesa contigua los traductores se esforzaban por captar sus palabras.

Obama, vestido con camisa azul y corbata color vino, se inclinó por un emparedado de carne molida tradicional, acompañado de cebolla, lechuga y tomate. Como bebida eligió un té con hielo.

Su colega ruso, en camisa blanca y corbata oscura, optó por una hamburguesa picante, que complementó con cebolla, chiles jalapeños y champiñones. Para beber eligió un refresco de cola.

En una demostración del excelente momento por el que atraviesan las relaciones bilaterales, los dos presidentes compartieron un plato de patatas fritas.



Esta es la segunda vez que Obama visita "Ray's Hell Burgers" durante su mandato, que comenzó el 20 de enero de 2009.

El año pasado ya acudió al restaurante en compañía del vicepresidente Joe Biden, después de que alguien entre el personal de la Casa Blanca hubiera alabado la calidad de esas hamburguesas en particular.

En esa ocasión, Obama se ofreció a comprar hamburguesas para la prensa que le acompañaba, aunque tan sólo algunos le aceptaron el ofrecimiento.

Quienes aceptaron donaron una cantidad equivalente al costo de su consumo a organizaciones de caridad, por razones éticas.

Barack Obama, y Rusia, Dmitri Medvédev, se reunieron en la Casa Blanca para analizar cómo estrechar más los lazos entre los dos países.

La cita comenzó con una reunión en privado de ambos, que estaba previsto que durara cerca de media hora, tras la cual se incorporarán sus equipos de asesores y después tendrá lugar un almuerzo de trabajo.

A su término, Obama y Medvédev tienen previsto ofrecer una rueda de prensa antes de cruzar la Avenida Pensilvania para desplazarse a la Cámara de Comercio de Estados Unidos y reunirse con empresarios rusos y estadounidenses.

Durante su encuentro, ambos presidentes tienen previsto abordar modos para incrementar la relación comercial entre sus respectivos países y acuerdos de cooperación tecnológica.

Asimismo se espera que aborden los programas nucleares de Irán y Corea del Norte, así como la situación en Kirguizistán.

Moscú quiere sacar a relucir también la defensa antimisiles, uno de los asuntos más espinosos en la relación bilateral, a la que ambos países acordaron dar "un nuevo comienzo" el año pasado tras el periodo de enfriamiento durante el mandato del presidente George W. Bush.

Otros asuntos de desacuerdo son la intervención rusa en Georgia o la situación de los derechos humanos en Rusia.

El Gobierno de Estados Unidos ha optado, sin embargo, en poner el énfasis en los logros conseguidos a lo largo de los últimos 18 meses, que incluyen la firma de un tratado START de desarme nuclear y el acuerdo para imponer sanciones contra Irán en el seno de la ONU.

El encuentro entre ambos presidentes se produce un día antes de que comience en Canadá las cumbres del G8 y del G20, que congregarán a representantes de las principales economías mundiales.

Antes de su llegada a Washington para la reunión con Obama, Medvédev estuvo en California, donde visitó varias empresas tecnológicas.

El presidente ruso, un entusiasta de las nuevas tecnologías, quiere crear en su país un enclave de tecnología puntera similar al del Valle del Silicio en California.

Ver nota: Obama y Medvédev sustituyen el teléfono rojo por Twitter, publicada el 24 de junio de 2010 en Wicked Magazine


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