WYALUSING, 4 enero 2011 (AP) - Parece que Jean Stevens, una viuda de 91 años, podrá volver a reunirse con dos personas a las que amaba tanto, tanto que las conservó hasta después de la muerte para que la acompañaran.
La mujer, que convivió con los cadáveres embalsamados de su esposo y su hermana gemela -hasta que las autoridades se enteraron y se los quitaron-, tiene la esperanza de recuperarlos próximamente.
Trabajadores en la propiedad de Stevens en las afueras del pueblo rural de Wyalusing han construido un edificio con tejado, revestimiento gris y una puerta blanca. Parece un gran cobertizo o una versión más pequeña de la cochera de la casa.
En realidad, es un mausoleo donde Stevens quiere que descansen su difunto esposo James y su hermana gemela June Stevens. Adicionalmente, las autoridades le han dicho que sólo así recuperará los cuerpos.
La viuda no ve la hora de recibirlos. "Pienso en ellos constantemente", dijo Stevens a The Associated Press unos días antes de Navidad, "y siempre lo haré".
Dijo que el forense "los tiene en una caja fría. Tiemblo de solo pensarlo, pero él dice, 'están bien, Jean, no tienes que preocuparte por ellos'".
Stevens los hizo exhumar poco después de su muerte -James en 1999, June en 2009- porque no soportaba no volver a verlos. Puso a su esposo en un sillón en el garaje y a su hermana en un cuarto para huéspedes junto a su dormitorio, donde "puedo tocarla y mirarla y hablar con ella", dijo.
"Me resulta muy difícil aceptar la muerte", añadió.
Stevens piensa colocar a su esposo y su hermana en bolsas para cadáveres con ventanas para ver sus rostros.
El mausoleo tiene capacidad para ocho cadáveres. Stevens dijo que les gustaría colocar allí los restos de varios seres queridos, incluidos sus padres, muertos hace muchos años.
Habrá un lugar reservado.
"Quiere que la coloquen a ella, también", dijo el forense, Tom Carman. "Lo ha dejado muy en claro".
Foto: En esta foto de archivo del 25 de junio de 2010, Jean Stevens, de 91 años, muestra una foto de los años 40 de ella y su difunto esposo James frente a su casa en Wyalusing, Pensilvania. Stevens, quien hasta hace poco tenía en su casa los cadáveres de su esposo y su hermana gemela, hasta que las autoridades se los llevaron, contrató a trabajadores para construir una bóveda donde quiere colocar a sus seres queridos. (AP Foto/Michael Rubinkam, File)